Capítulo1126
Liliana respondió sin pensarlo:

—¡Eso no es posible! ¡Hay tanto dulce, no puede ser que de repente ya no haya!

Zacarías respondió:

—Entonces, piensa en esto: si simplemente le dijéramos al señor Manuel que no íbamos a encontrar a nadie sin hacer nada, ¿crees que él nos creería?

Al escuchar las palabras de Zacarías, Liliana tuvo una revelación.

Porque Manuel no podía ver estas cosas, solo llevando a cabo todo el proceso, él llegaría a creer completamente.

Liliana, sintiéndose culpable, dijo:

—Lo siento, Zacarías, no lo había entendido.

—No te preocupes—dijo Zacarías, —estas cosas las volverás a enfrentar en el futuro, y la próxima vez será más fácil con esta experiencia.

Después de hablar unas cuantas frases más con Zacarías, Liliana colgó el teléfono.

Ximena la llevó a asearse y luego se acostaron juntas en la cama.

Ximena abrazó el cuerpo suave y pequeño de Liliana y le dio palmaditas en la espalda:

—Liliana, ¿cuánto tiempo podrás quedarte en casa esta vez?

—No lo sé, mamá,— respo
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