Capítulo1003
—Los Restrepo…— Samuel sonrió con suficiencia. —No significan nada.

Al escuchar la arrogante respuesta de Samuel, Mariano temblaba de rabia.

Ximena, sintiéndose incómoda por el tono despectivo de Samuel, miró a Mariano y dijo:

—Mariano, ¡ya basta!

Mariano, furioso, le respondió:

—¡Tú puedes tolerar esto, pero yo no!

—¡Ya es suficiente!— Ximena gritó. —¡Incluso si actúas impulsivamente, Alejandro no volverá!

Mariano miró a Ximena con incredulidad.

Damián suspiró suavemente. ¿Por qué los amigos de Alejandro eran tan impulsivos, si él era tan perspicaz?

Damián, fingiendo ignorancia, miró a Ximena. —Directora Pérez, si estás ocupada, podemos cancelar el almuerzo de mediodía.

Ximena entendió la indirecta de Damián.

Era mejor evitar cualquier problema ahora, para no llamar la atención de Samuel.

Ximena asintió con disculpa. —Lo siento, señor Pereyra. Haré que el abogado organice los detalles del contrato y luego te lo enviaré. La próxima vez, te invitaré a almorzar.

Damián asintió y se fu
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