Su expresión realmente parecía como si hubiera comido una mosca. Justo un momento antes, ¡Teresa decía que Javier iba a abandonar a Yaritza! Pero al instante, ¡le dieron una bofetada en la cara con fuerza y sin piedad!

¡Pam, pam, pam! ¡Su rostro una vez más se hinchó como el de un cerdo!

Pero Teresa en realidad tenía el cerebro muy testarudo. ¡Eran hermanos! ¿Cómo un hermano podría abandonar a su hermana? ¡Realmente era algo extraño! Además, Yaritza era legítimamente la hija nacida dentro del matrimonio, ¡la heredera legítima! Después de todo, eran una familia.

Después de despedir a Amaranta, Yaritza se fue con Javier. Amaranta le hizo un leve gesto a Yaritza como si estuviera haciendo una llamada telefónica. Se quedó en su lugar, mirando con envidia las figuras de Javier y Yaritza mientras se alejaban.

Amaranta murmuró para sí misma… Aunque Yaritza se encontró con el despreciable Diego, ¡tenía un hermano que siempre estaría ahí para ella! ¡Y tenía padres que la amaban profundamente! T