Capítulo 38.

No sé qué hacer.

Narra Noah Ferguson.

Mi cuerpo camina inerte hacia la mesa del café con la hermana de la mujer que me interesa caminando detrás de mí, las ganas que tengo de mandar todo a la mierda e ir tras ella son inmensas, pero en estos momentos debo pensar con la cabeza fría, aunque mi yo impulsivo quiere salir a flote y salir corriendo del lugar.

Ni siquiera me preocupo por sacarle la silla a Alessia para que se siente porque lo único que quiero es que esto se acabe de una buena vez, que ella hable lo que tenga que decir para largarme.

—¿De verdad? —habla con rabia—¿Dónde quedó el hombre caballeroso que estaba cuando llegué?

—En el mismo lugar en el que quedó la mujer sufrida en busca de ayuda que hablaba conmigo y me intentó manipular para que no fuera tras su hermana —suelto apretando los dientes.

Su falda expresión de sorprendida no me mueve ni una fibra de emoción, ya no, creí en ella por un momento, pero su forma de actuar al ver a Nahia me ha hecho abrir lo