Al escuchar esa voz tan familiar mi sangre se heló y mis piernas temblaron,giré mi cabeza y mi mundo se congeló al verlo de nuevo luego de tantos años.

—¡Amira!,¡eres tú!

— Mark.No esperaba verte de nuevo.¿Cómo estás?

Él se quedó en silencio por un breve instante al igual que yo estaba impresionado y las palabras no le salían.

—Bien,te ves igual de hermosa—. Añadió desviando la mirada—.Yo vine a buscar a mi hijo,su coche está en el taller..

—¡Pues,yo vine por mi hija!

Mark se acercó más a mí,sus ojos reflejaban la tristeza de una vida carente de amor y de sacrificio por su hijo.

—Es increíble verte otra vez,la vida te puso en mi camino,mis sentimientos por tí siguen intactos.

Él me miró esperando una respuesta,quizás esperando oír lo mismo de mis labios. Sentí que las palabras se quedaban atascadas en mi garganta. No sabía qué decir. Pero necesitaba hablar con él,colocar las cartas sobre la mesa.

—Mark, tengo que decirte algo. —Respiré hondo antes de continuar—Yo formé un hogar