Capítulo 8

Me di cuenta de que había cometido un error al presentarlos en el instante preciso en que lo hice, él está demasiado interesado y ella demasiado dolida. Esa es la mejor fórmula para el desastre, Ni tan siquiera disimularon porque estuviera presente y eso me puso mal, ver cómo se besaban me transformo en un animal. Por suerte ella se dio cuenta y no me lo puso más difícil. Cuando llegamos a casa la vi entrar en el baño, y por más que trate de no hacerlo me la imaginé bajo la ducha. Mi cuerpo comenzó a reaccionar – no vallas por ahí Cristián y si es posible deja de hablar solo que pareces un loco Tenía deseos de estar con ella, de entrar el baño y hacerla gritar mi nombre, pero sé que no puedo, así que solo me senté a esperar que saliera del baño y luchar contra los deseos de masturbarme. Eso es ir demasiado lejos, no lo puedo hacer. La sentí salir y fui al baño a darme una ducha fría, pero la verdad no estaba ayudando porque solamente podía imaginarla en el mismo lugar donde estaba yo ahora. No sé cuánto tiempo llevaba bajo la ducha cuando la escuché llamarme, su vos estaba entrecortada como si le sucediera algo; salí lo más rápido que pude y fui a su habitación. Ana esta dormida, pero se mueve como loca, mientras me pide más; Por Dios, está soñando conmigo, está sudando y se ve preciosa, de verdad tengo deseos de tocarla, pero sé que no puedo así que solamente la miro, todo lo que arregle con la ducha fría, que de hecho no había sido mucho. Se volvió a estropear, tenía una erección monstruosa y me dolía todo. Ella abrió los ojos. Menos mal que solo estaba encendida la luz de noche porque si no me hubiera visto en esta situación tan incómoda 

– ¿por qué me estabas llamando?. Pensé que te pasaba algo. Gritabas desesperada mi nombre– le pregunté y me miro con ojos somnolientos como sopesando mi preguntarte

 – es que tuve una pesadilla en la que me perseguías para matarme– así que una pesadilla. Como no 

– no parecía ese tipo de sueño

 – a no; y según tu experta opinión en sueños que tipo de sueño era– estaba haciendo un esfuerzo sobre humano por no mostrarle en vez de decirle

 – yo diría que sonabas excitada 

– por supuesto, me atrapaste teniendo sexo con Nate– golpe bajo Ana. Ella sabe cómo molestarme

 – no era el nombre de Nate el que gritabas pidiendo más 

– puede ser. Pero mañana seguro lo será– esto es demasiado. ¿Que está insinuando? – no juegues conmigo Ana 

– no juego. Contigo 

– estás intentando provocarme y que te quede claro que lo de esta tarde no se va a repetir 

– no te lo he pedido– menos mal porque ahora mismo no podría negarme

 – pero estoy seguro de que quieres y estás intentando que lo haga

 – si supieras que no. Tu amiguito me gustó mucho, se ve que es capaz de complacer a una mujer. Eso es todo lo que quiero –así que eso es todo lo que quiere. Como siga por este camino no me voy a poder controlar. Fui a donde estaba y la presioné contra la cama 

– que crees que haces? – me acerqué para besarla, pero me detuve a tiempo de cometer un error así que en su lugar me acerque a su oído para mortificarla 

– para no quererlo te vi muy dispuesta Me empujó y se puso en pie 

– me gusta que te dé gracia. Pero te juro que a partir de mañana no va a ser tu nombre el que diga en sueños. Sal de mi habitación– Eso me dolió, pero no pude decir nada porque la verdad es que me lo merezco. Me estoy comportando como un imbécil Fui a mi habitación e hice lo que había estado evitando toda la noche. Me masturbé pensando en Ana, en su cuerpo y en sus labios. No me sentí satisfecho, ni me sentí bien. Pero al menos dejo de doler mi cuerpo. Cuando me levanté a la mañana siguiente ella ya había ido a la escuela

 – ¿por qué se fue tan temprano mamá?

 – tú estás en último año y puedes hacer lo que quieras, pero ella no, tenía una clase especial o algo así me dijo

 – a ya

– sabía que era mentira porque conozco todos sus horarios 

– Cristian acuérdate que este fin de semana tu padre y yo vamos a conocer la universidad a la que vas y a buscarte un piso

 – lo sé

 – Ana se queda aquí contigo. Me dijo que no quería venir y no le veo problema con que se quede

 – está bien– para mí era una terrible idea, pero no podía decírselo a mi mamá Al llegar al colegio me recibió una escena que no me interesaba ver, estaba Ana arrecostada al auto de Nate y el tan pegado a ella que no podía pasar ni el aire. Él le estaba susurrando algo al oído. Pero me propuse no interrumpir, tenía que detenerme y detener esta situación, si nate es su novio tendría que aceptarlo en algún momento y este es tan bueno como cualquiera 

– Cristian tenemos que hablar

 – que pasó ahora Laura 

– sabes bien lo que pasó. Ayer me dejaste sola

 – te pregunte que querías hacer y tú elegiste quedarte yo no te obligue 

– Cristian estoy harta de tener que lidiar con los berrinches que armas cada vez que discutes con Ana 

– no es el caso. Son ideas tuyas

 – no es el caso? No estoy ciega 

– bueno tienes razón– me acerqué a ella y pase mi mano por sus brazos– es que me costó un poco de trabajo aceptar que Ana ya creció. Pero te prometo que me voy a controlar

 – si es así está bien. Pero espero de verdad que no se repita lo de anoche. Tú eres mi novio

 – lo sé– la bese para calmarla y para desahogarme Me pase el resto del día evitando tanto a Ana como a Nate. Una cosa era tratar de controlarme y otra muy diferente estarlo viendo juntos todo el rato. Me crucé en el pasillo con Rick 

– buena jugada payaso 

– a que te refieres imbécil?

–así que le presentaste a tu amiguito para que no estuviera conmigo 

– la verdad prefiero que esté con cualquiera menos contigo 

– escúchame bien lo que te voy a decir Cristián. Puede que no sea hoy ni mañana pero tu hermana va a ser mía. Me entiendes?, y cuando lo sea te lo voy a restregar en la cara 

– escúchame tú, Rick como único vas a estar con mi hermana es que yo muera. Te quedo claro –No lo deje seguir hablando, la verdad no me interesa su razonamiento  imbécil así que solo seguí mi camino. Estaba tratando de salir de la escuela ante de ver algo que no me iba a gustar.