Adamo

Tener que lidiar con un Demetrio taciturno y una manada nerviosa por la aparición de los guerreros de elite a las afueras de mis tierras era desgastante. Afortunadamente Indira, feliz de que en apariencia, dejara de buscar a mi compañera original, me ayudaba a lidiar no solo con mí manada sino que tomo la iniciativa en algunos temas que Demetrio estaba dejando de lado. Mario por su parte se mostraba molesto por el hecho de que aún tenga el vínculo con la gama, ya que según sus palabras, eso le hacía cuestionar cada paso que daba, cosa que le encontraba la razón. Por suerte tendría la oportunidad de solucionar eso.

-no lo entiendo ¿qué debo hacer?-preguntaba Demetrio esa noche en mi oficina.

-aceptaras reunirte con el alfa Lavos y cerraras un contrato, como evidentemente no puedo acercarme a las manadas del norte sin que me traten de matar, Indira, tu luna te acompañara-explicaba una vez más-de paso trataras de forjar algún lazo con la gama, tu compañera. Hazte el arrepentido, pi