Ella"Ella", gruñe mi compañero cuando mis lágrimas empiezan a remitir un poco. Lo miro con un resoplido, directo en su cara terriblemente ensombrecida por la ira. Le tiembla todo el cuerpo, no como a mí, sino como si intentara contenerse con todas sus fuerzas."Me tienes que decir ahora mismo”, con
Rafe empieza a llorar en su cuna por el sonido y creo que las emociones locas que están saliendo de Sinclair en este momento, pero ni siquiera puedo mirar a mi bebé, pues mis ojos solo están en mi pareja."¡Dominic!", grito, tratando de alcanzarlo, "no..."."¿Qué demonios se supone que debo hacer, E
EllaEl alba ilumina el horizonte cuando la puerta se abre de golpe y Sinclair vuelve a entrar en la habitación. Mis ojos se dirigen inmediatamente hacia él desde donde estoy sentada en la cama, donde he pasado demasiadas horas sola simplemente contemplando a mi pequeño bebé. Sinclair cierra la pue
"Tienes que encontrar la manera de ser ese hombre más fuerte, Dominic", le digo en voz baja, negando con la cabeza. "Por mí, por tus hijos", me encojo de hombros, mirando a Rafe dormido. "Porque este no va a ser el único desafío al que nos enfrentemos y tu única solución no puede ser transformarte e
EllaFrunzo el ceño hacia él, empezando a enfadarme de nuevo. "¿Qué significa eso, Dominic? ¿Cómo así que simplemente lo sabría? Si lo supiera, te habría dicho definitivamente que sí o que no". "¡Bueno, tal vez sí lo sabes y estás tratando de no herir mis sentimientos!".Entonces abro los ojos de p
"¿Qué?", pregunta confundido. "Quiero decir que me gusta mucho", digo, encogiéndome un poco de hombros, "y es muy guapo...". Sinclair gruñe y yo le doy un manotazo, frunciendo un poco el ceño. "¿Quieres parar?", lo regaño, "Nuevamente, como con lo que dije de que Roger está guapo, es solo una obse
CoraA la mañana siguiente, Roger y yo estamos en silencio mientras desayunamos en la cocina. No es un silencio incómodo, simplemente... nos quedamos perdidos en nuestros propios pensamientos mientras permanecemos cerca el uno del otro. Anoche estuvimos despiertos hasta tarde, atendiendo al bebé. A
Cora"¡Muy bien, Ella!", grito mientras bajo las escaleras, ahora vestida para el día. Roger me sigue por detrás. "Aquí”, dice Ella mientras se asoma desde el salón y me sonríe. "Además, lo siento", agrega ella, haciendo una pequeña mueca. "Fuimos muy maleducados irrumpiendo aquí así, ¿no?". "Los