EllaGrito a todo pulmón, sin palabras, solo una agonía sin sentido, en el momento en que la mujer dobla la esquina y pierdo de vista a mi hijo. El sonido es horrible incluso para mis propios oídos, pero no puedo detenerme mientras me lanzo contra el hielo que me sostiene, contra el que lucho incesa
“Tranquilo”, dice Roger, y ahora siento que el coche disminuye la velocidad. Mis ojos se abren cuando veo que nos acercamos a la clínica. “Dominic, ¿cuál es el plan aquí? ¿Vamos a irrumpir aquí? O...”.Pero cuando Roger tira del coche hacia la parte delantera del edificio, nuestro plan se nos presen
EllaMis gritos internos continúan, resonando a través de mí mientras agarro cualquier vínculo que tenga con mi madre Diosa y tiro de él tan fuerte como puedo.Y sigo gritando, ahí, en mi mente, y honestamente tal vez también desde mi garganta, estoy demasiado lejos de mí mismo ahora para saberlo, c
“Te amo, Ella”, dice mientras comienza a desvanecerse de mi vista. ”Siempre tendrás un pedazo de mí”, dice, extendiendo la mano para señalar mi pecho, donde su don se calienta. “Úsalo bien”.Y luego, de repente, se ha ido.Y parpadeo para mí mismo dándome cuenta de que...Que a pesar de que se sinti
EllaEl don me quema y el hielo se desprende de mi cuerpo más rápido de lo que creía posible, el agua se desliza hacia el suelo mientras me empujo hacia afuera, mientras libero mis piernas y empiezo a correr. Tengo que agarrar el marco de la puerta mientras vuelo hacia el pasillo, usándolo para gir
Pero una mirada más hacia esas formas en la oscuridad me ha decidido, y me apresuro a entregar a mi hijo lloroso a su padrino. Roger se encargará de él, lo sé. Y sin decir una palabra despego, corriendo hacia mi pareja._____________________SinclairParpadeo y abro los ojos en el bosque y hago una
Ella“Hola, guapo”, vuelvo a decir, esta vez en el mundo real. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios mientras los ojos de Sinclair se abren de par en par. Estamos acostados muy juntos en la pequeña cama del hospital, por lo que puedo ver cada movimiento de sus pestañas mientras comienza a enfo
“Lo sé”, responde, y puedo sentir que asiente con la cabeza, que está de acuerdo conmigo. ”Lo siento mucho, Ella. Nunca más. Tienes razón, no vale la pena. No puedo seguir arriesgando mi cuerpo de esta manera. Paz, ahora. Paz”.“¿Lo prometes?”, suspiro, con la esperanza de que lo diga en serio, porq