"Puede que seas mi destino, pero también eres mi elección. Juro hacer siempre todo lo que esté en mi mano para que tu vida sea tan plena y gloriosa como tú has hecho la mía; amarte y apoyarte siempre, compartir tus cargas y aliviarlas siempre que pueda. Juro ser una verdadera pareja y amiga en los buenos y en los malos momentos, y sean cuales sean los títulos que obtenga en el futuro, ya sea Luna, Reina o incluso Emperatriz, el único que me importa es el de pareja"."Mi Ella", ronronea Sinclair
Ella"¿Tenemos que quedarnos mucho tiempo?”, le pregunto a Sinclair mientras me acurruco a su lado. Acabamos de terminar el banquete de bodas y ahora la fiesta se está moviendo hacia el salón de baile. El grupo de orquesta se está preparando a lo lejos y los invitados van saliendo poco a poco del gran salón, atraídos por la promesa del baile."Creo que tenemos que quedarnos hasta el baile de entrada, por lo menos", me responde él y luego me besa la frente mientras sus dedos trazan círculos en
Murmullos de voces emocionadas recorren la sala, ya que para muchos de los cortesanos y refugiados, es la primera vez que escuchan de esta información. Miro hacia la multitud, observando cómo la esperanza y la expectación llenan sus diferentes rostros. Sinclair sigue hablando, describiendo los retos que se avecinan y la importancia de esta lucha tanto para los cambiaformas como para los humanos. Tengo que admitir que tiene mucho talento cuando se trata de discursos inspiradores, y es evidente po
3ra personaIsabel pasó la mayor parte de la ceremonia de apareamiento de Ella y Sinclair distraída. El problema no era que no se sintiera feliz por ellos, sino que su mente estaba concentrada en otra cosa. Y aunque esa concentración no estaba tan alejada en absoluto… la tenía completamente distraída. De hecho, toda la atención de Isabel estaba fijada en James, quien estaba sentado detrás de las delegaciones de Vanara con Sadie rebotando en su regazo. El piloto llevaba el pelo oscuro peinado
…Unas horas más tarde, Isabel se empezó a sentir mareada por el exceso de champaña y su corazón le apretaba por ver a Ella y Sinclair celebrar su felicidad tan bulliciosamente. Ellos se merecían esta celebración más que nadie, pero Isabel no era necesariamente la mejor compañía en este tipo de eventos. Odiaba las conversaciones triviales y las preguntas personales, en gran parte porque todas las respuestas que podía dar generalmente entristecían e incomodaban a la gente. Sin embargo, esta ve
3ra personaAl principio, James pensó que la había escuchado mal. Luego, pensó que la había malinterpretado.Pero ahora no podía haber dudas, no por la forma en que Isabel lo miraba, con sus grandes ojos llenos de esperanza, expectación y un poco de miedo. Escuchar a la cautelosa loba profesar su amor hizo que su corazón se disparara, hasta que golpeó violentamente contra su caja torácica mientras se aceleraba a mil por hora. La piel de Isabel estaba rosada y no podía mirarlo a los ojos. Su
Mirándolo ahora, ella nunca antes había estado tan segura de nada. "Si planeas ir a la guerra el viernes, entonces no tienes elección. Me marcarás ahora mismo, pareja mía". Las palabras fueron pronunciadas con la ferocidad característica de Isabel, pero también con un escalofrío de miedo, como si aún no confiara en que aquello fuera real.James le quitó la ropa a Isabel como si ella fuera un regalo cuidadosamente envuelto, uno cuyo papel era demasiado bonito para arriesgarse a romper. Besó cada
3ra persona"Bueno, parece que tú y yo somos los únicos solteros que quedan en este lugar", comentó Cora a Gabriel, mientras observaba a Isabel y James en su rincón apartado de la mesa. Por suerte no eran tan obvios en su romance como su hermana y Sinclair, a quienes uno podría escandalizarse fácilmente viendo si no se daban cuenta de que tenían público. Isabel y James, en cambio, llevaban casi una hora acurrucados, juntos pero sin tocarse. A decir verdad, su cercanía no era lo que los delataba