‘No, pero es tentadora’, responde sombríamente, enseñando los colmillos y haciéndome soltar otra risita. "Con el debido respeto Alfa, Ella necesita poder concentrarse en la sesión". Leon responde con facilidad. "Ahora mismo está tan enfocada en usted que acceder a sus recuerdos será imposible".Sinclair refunfuña con desagrado, pero retira sus talentosas manos. "Muy bien cariño, ya oíste al hombre malo", me dice con pesar. "Tenemos que concentrarnos". Estiro mi cuello para poder ver más allá
Aviso preventivo: ideación suicida - ¡por favor, cuide de sí mismo! Ella Estoy a punto de subirme a la helada baranda cuando dos figuras con túnicas aparecen a ambos lados de mí, sus rostros tanto familiares como extraños. Hay algo de ellos que hace que las alarmas suenen en mi mente, pero no las habituales. Se siente como si intentara recordar algo de otra vida... de la vida de otra persona. No tengo la más mínima idea de dónde vienen, y ni me importa. Cora está a salvo en el orfa
Se amontonan en el abrazo grupal y su padre se agacha para ponerlo en brazos, balanceado a los tres niños mayores mientras su esposa carga al más pequeño. Oigo sus risas, pero también las puedo sentir. Su felicidad es ajena para mí y, sin embargo, es tan contagiosa que apenas observarlos me hace sentir como si me hubiera tragado el sol. ¿Es eso lo que sienten todos los días? ¿Es posible estar alguna vez tan llena de emociones cuando el vacío que hay dentro de mí no tiene fondo? La visión desap
Ella Después que Leon se va, Sinclair me lleva a la cama, aunque no por la razón que yo pensaba. Me aferro a él mientras intenta ponerme en mi nido. "¿Qué haces?", le pregunto indignada. "Intentando ayudarte a ponerte cómoda", me responde acariciándome la mejilla. "Necesitas descansar". "Prometiste que nos abrazaríamos", le recuerdo, negándome a dejarlo ir. Enrollo mis piernas alrededor de su espalda, colgando de él como un oso perezoso muy redondo. "Sí, pero creo que ambos sabemos que e
"¡Esto no es justo!", gimo desesperadamente. "¡Estaba drogada!". Me ha nalgueado y me ha hecho un desastre, me ha forzado a tener orgasmos una y otra vez mientras me abruma con más placer del que puedo aguantar. Nunca sé cómo Sinclair va a castigarme, y hoy parece estar decidido en enseñarme a tener cuidado con lo que deseo, dándome demasiado de ello. Sinceramente no puedo decidir si es peor que me abrume con demasiados orgasmos o que me los niegue hasta convertirme en un desastre balbuceante y
EllaLos latidos del corazón de Sinclair laten sin cesar bajo mi oído mientras sus manos recorren mi cuerpo, masajeando todos los pliegues de mis músculos sobrecargados. Llevo una hora perdiendo y recuperando la conciencia, en un estado de euforia muy distinto al que me produce el éter. Sinclair me dice que no es raro que las lobas entren en un plano de conciencia elevado en medio de semejante avalancha de placer, pero aún me estoy acostumbrando a la violenta oleada de endorfinas que mantiene c
"Lo sé". Confirmo, sabiendo que Sinclair solo me lo recuerda porque tiene tanto miedo de que no se haga realidad. A mí también me aterroriza. Agarra un bocado de pollo para mí, pero lo ignoro y me inclino sobre su mano para robarle un beso. Me acuna la cabeza mientras nos fundimos en un acto íntimo, su lengua roza el borde de mis labios y se adentra en mi boca. Me saborea lentamente y me pasa las manos por el vientre mientras Rafe se agita y patalea. El cachorro ha estado irradiando felicidad de
EllaComo de costumbre, las noticias sobre mi última sesión de hipnosis están por todo el palacio cuando Sinclair y yo salimos de nuestras habitaciones. Afortunadamente, no los detalles sobre mi desesperación de adolescencia, sino más bien la predicción de nuestra posible victoria. Me he dado cuenta de lo importante que es dar esperanza a la gente en este conflicto desde mis primeros días visitando a los refugiados, pero es realmente notable la diferencia que puede hacer en la moral. De hecho,