Ella En la cena de esa noche, por fin tengo la oportunidad de ver cómo está mi hermana. "¿Cómo estás?", le pregunto, apretándole el brazo. "Estoy bien", dice, y me sorprende ver que está diciendo la verdad. "¿Cómo fue el resto de la visita?". "Estuvo bien", digo, sin ganas de cambiar de tema. Siento que nos miran, y levanto la mirada para ver que Roger está observando y escuchando nuestra conversación. Es más, me doy cuenta que Cora lo está viendo a él, en lugar de verme a mí. De repente
‘Como si no pudiste oírlo’, bromeo, levantando una ceja. ‘Aún así es de buena educación preguntar’, responde tomando mi mano y llevándosela a los labios. La cena continuó sin problemas, y al final le digo a Sinclair que voy a subir a nuestra suite más temprano. Por supuesto, esto no es lo que realmente quiero hacer. En lugar de hacer eso, me dirijo a la habitación de Roger. Termino de cenar hace un rato y tengo la leve sospecha que él y yo estamos pensando lo mismo. Cuando abre la puerta, sol
Ella Me agarro el vientre de la sorpresa y dándome la vuelta para ver dónde está Sinclair. Está apoyado en la puerta de nuestra habitación, sus poderosos brazos cruzados sobre el pecho. Los brillantes ojos verdes de Sinclair me penetran, con una mirada amenazante en su cara mientras espera mi respuesta. "En ninguna parte", chillo, demasiado sorprendida para pensar con claridad. Sinclair gruñe sin decir nada y se acerca, tomando mi nuca con su fuerte mano. "Me dijiste que ibas a regresar
Sinclair gruñe de anhelo, pero se mantiene firme. "Tenemos bastante tiempo para eso, problemilla", responde, acomodándose en el sofá conmigo en su regazo. "Esto es muy importante como para posponerlo. Nunca había visto nada igual", me comparte, acariciando mi vientre. "¿Crees que todos se dieron cuenta?", pregunto, apoyando la cabeza en su hombro. "O sea solo pasó por un segundo, ¿no?". Sinclair se ríe, abrazándome más cerca. "Sí, cariño, me temo que tendrían que haber estado ciegos para no
Ella La cara de Sinclair inmediatamente se desanima. "Cariño, ya hablamos de esto", dice, sonando descontento pero no enojado. "Empezamos a hablar de ello", concuerdo, recordando esa última y dolorosa conversación. "Y entonces la bomba estalló y todo se volvió una locura". "Ella, sé las muchas ganas que tienes de encontrarla. Y nada me gustaría más que fuéramos libres para ir a buscarla en este momento... pero no es el momento. Hay muchas cosas sucediendo", Sinclair dice, repitiendo muc
En este punto, me pongo de pie y acorto la distancia entre nosotros. Levanto mis manos y las pongo a los lados de su mandíbula desarreglada, obligándolo a mirarme, aunque claramente no quiere. Hace una mueca y mira a cualquier lado menos a mí. Espero con paciencia y termina cediendo, sus ojos verdes brillando. Inclino la cabeza hacia un lado, dejándolo sentir todo mi amor a través de nuestro vínculo. "Sabes que si ella no hubiera hecho todo eso, tú y yo nunca nos hubiésemos conocido". Sinclair
Sinclair Si ayer pensé que salir de la cama con mi pareja era difícil, no se compara con la lucha a la que me enfrento hoy. Ahora que Ella y yo decidimos pasar por otra separación, mi lobo está más nervioso que antes. Durante la noche dormí con mi adorada pareja abrazada tan firmemente que no pudo moverse ni un poco, algo que se hizo evidente cuando me pellizcó en medio de la noche para ir al baño. Por supuesto, en cuanto regresó a mis brazos no perdí el tiempo y volví a hacerle el amor, pero
‘Solo piensa en lo increíble que será nuestro reencuentro’, su loba responde sugestivamente. ‘No vamos a tener sustos grandes esta vez. Solo vamos a correr, o caminar en mi caso, a los brazos del otro y devorarnos hasta que le demos la bienvenida a nuestro angelito’. ‘Eso si es que no llegue antes que encuentres las respuestas que necesitamos, o antes que me vaya a la batalla’. Mi lobo se pone de malhumor. No es como si pudiéramos controlar su llegada. "Dominic, te prometo que no importa lo