EllaCuando me despierto a la mañana siguiente, siento que ha sido el mejor descanso que he tenido en semanas. Por primera vez desde que empecé con la hipnosis, Philippe no ha tenido que venir en mitad de la noche para despertarme de mis pesadillas nocturnas. El mero hecho de poder conectar con mi pareja ha hecho maravillas con mi estado de ánimo y, aunque nuestro acto sexual estaba reservado a nuestros sueños, mi cuerpo está saciado y satisfecho. Aunque acabo de ver a Sinclair, mi corazón da
La cara de Sinclair ya está en la gran pantalla del ordenador y sus ojos de halcón me siguen en cuanto entro. Tras sentarme, se detienen en mí durante un largo momento antes de dirigir su atención a mis compañeros. "Iré directo al grano", comienza bruscamente. "Sé que todos han estado ayudando a Ella a seguir haciendo sesiones de hipnosis. Sé lo del segundo recuerdo que descubrió y que lleva semanas sin dormir a causa de las pesadillas". Henry, Roger, Gabriel y Philippe intercambian miradas ca
EllaCamino de un lado a otro fuera de la habitación de Gabriel, absolutamente preocupada por el destino de Philippe. Tengo el peor presentimiento de que Sinclair va a despedir o descender de rango al guardaespaldas a causa de mis acciones, y ya estoy preparando un furioso discurso que dar a mi pareja si lo hace. No puedo escuchar ni una sola palabra de su conversación porque las habitaciones del Rey están insonorizados, un lujo en el que Sinclair y yo deberíamos invertir cuando regresemos a ca
Philippe sigue mirándome y me doy cuenta de que no le he respondido. "Creo que es parte de ello", confieso. "He estado diciendo que tengo que averiguar de dónde vengo, lo cual es cierto, pero en mi cerebro, averiguar de dónde vengo es la misma cosa que averiguar quiénes eran mis padres y por qué me abandonaron". Me rozo los brazos, sintiendo un escalofrío repentino. "Y quizá por eso también he mantenido a Cora fuera de esto... porque, por primera vez desde que tenía ocho años, siento que hay esp
Ella"Antes de que el mundo existiera, antes de que existieran planetas o estrellas o incluso polvo, solo había oscuridad. La oscuridad estaba gobernada por un Dios de la creación, un ser celestial todopoderoso que el universo ideó para gobernar los cielos. Él existió en tranquila soledad durante milenios, explorando los confines de su dominio, sin cansarse nunca, sin pedir nunca más nada", empezó la extraña mujer. "¿Pero no quería más cosas? ¿Como amigos? ¿O un cachorro?", pregunto emociona
"No fue culpa suya que ella estuviera ocupada", la defiendo, "No creo que se hubiera olvidado de él"."No lo habría hecho", responde la mujer con mucha seguridad. "Jamás. Pero el daño ya estaba hecho. El miedo y la soledad son fuerzas poderosas, y un día decidió que sería mejor destruir su mayor creación. No sé si lo hizo como un castigo o una prueba, o como una súplica desesperada, pero puso en marcha los acontecimientos para que ocurriera". "¿Cómo?", pregunto, profundamente molesta por la i
EllaSe me llenan los ojos de lágrimas cuando salgo del recuerdo, con la embriagadora droga aún influyendo en mis sentidos. Me olvido de que no estoy sola en la habitación e intento asimilar la conversación que acabo de recordar. Siento como si mi mente fuera a romperse por el peso de tantas revelaciones asombrosas. Conocí a la Diosa y, aunque era demasiado joven para comprender las cosas que me explicaba para darme cuenta de que yo era la niña de la historia, ahora sí lo entiendo. ‘Tengo una f
"¿Me prestas una sábana?", pregunto al cabo de un rato, con palabras suaves y arrastradas. "¿Y un pastelito quizás?”.Un peso cálido se pone sobre mis hombros al esconderme bajo la manta. "Puedes comer todos los pastelitos que quieras cuando te despiertes, ángel", me promete Henry, aunque escucho a Sinclair quejarse de fondo ante semejante comida no saludable. "Deja de ser un mandón", le digo y luego se me sale un amplio bostezo. "El azúcar viene de las plantas... eso lo convierte en ensalada