Naomi suspiró aliviada cuando salió del bosque para ver su cabaña. Había estado caminando durante horas e incluso pensó varias veces que estaba perdida, pero tenía que seguir adelante y finalmente, aquí estaba, estaba en casa. Sus lágrimas volvieron a brotar y sintió la energía para empezar a correr. Estaba feliz cuando llegó a la puerta principal y vio que estaba cerrada, lo que significaba que su padre no estaba cerca. Buscó la llave debajo de la alfombra donde generalmente la guardaban y abrió la puerta. Ahora en el espacio seguro de su hogar, se desplomó en el suelo y rompió a llorar.

Su corazón se sentía como si se le oprimiera y se agarró el pecho, queriendo apartarlo y liberarse del dolor desgarrador. ¿Cómo pudo haber terminado así? Se había ido el día anterior con esperanza y alegría, creyendo que Asher era su compañero y que sería presentada al mundo de los hombres lobo y los vampiros como suyo, y si era posible, nunca volvería a este agujero de mierda de ciudad otra vez y,