Natalie se volvió hacia Bryan y subieron directamente al coche y se marcharon.

Hasta que el coche de Natalie desapareció de la vista de Leonardo, él empujó a Olivia con frialdad.

—Diré a Carlos que te lo transfiera.

Tras decir eso, se dio la vuelta y se disponía a marcharse.

A pocos pasos, Olivia dijo.

—Leonardo, ¿quieres dejarme aquí?

Leonardo le devolvió la mirada, sin temperatura en los ojos, —Puedes volver en tu coche, o en taxi.

—No olvides que soy tu prometida.

Leonardo se burló, sin temperatura a su alrededor.

—¿Crees que puedes atarme con esto?

—Sé que no, pero has terminado con Natalie, ¿por qué no me das una oportunidad?

—No me gustan las mujeres sabihondas.

Olivia se sonrojó, luego apretó los dientes y dijo: —Acabas de verlo, Natalie se marchó sin mirarte, y llevó a un borracho a casa por la noche, es lo más ambiguo que puede hacer un soltero o una soltera, ¿no lo sabes?

Leonardo hizo una mueca de fastidio, —¡Nada que ver contigo, espero que te respetes!

Olivia se burló, —Si