Capítulo 101
Era una joven de dieciocho o diecinueve años, al ver que había hecho algo mal, se apresuró a ponerse en cuclillas y pedir disculpas mientras ayudaba a Natalie a recoger las cosas esparcidas por el suelo.

—¡Señorita, lo siento, hice sin querer!

La expresión de Natalie era indiferente, después de recoger las cosas, miraba a la chica arrepentida y le dijo: —Ten cuidado, no corras tan rápido, es fácil hacerte daño.

La chica bajó la cabeza con culpabilidad y dijo: —Ya lo sé.

Natalie no dijo nada más y se dirigió al aparcamiento subterráneo.

Al salir del aparcamiento, Natalie sintió que un coche la seguía por detrás.

Una frialdad apareció bajo sus ojos y llamó a Leonardo.

—Señor Ramos, diga a sus hombres que se marchen inmediatamente o llamaré a la policía.

Tras unos segundos de silencio, Leonardo dijo con frialdad: —No mandé a nadie a seguirte, ¿dónde estás ahora?​

Natalie se sorprendió y colgó.

《Si fue Leonardo, ¿podría ser Escorpión?》

Natalie pisó el acelerador y el Lamborg
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App