Perder su espesa erección me hizo gemir, deseando volver a tenerla dentro de mí. —¿Qué estás haciendo?—Shh... —siseó mientras usaba su dedo para esparcir los jugos contra mi agujero arrugado, presionándolo lentamente dentro de mí. Jadeé ante la nueva sensación. El escozor de la intrusión fue algo
JaimeHabían pasado días desde que había estado en Nueva York, y con el contrato finalizado con el padre de Chad y él mismo, no tenía nada más de qué preocuparme. En el momento en que pude decirle a Tally que no tenía nada de qué preocuparse, vi una luz de felicidad en sus ojos que no había visto en
—Greg… si quieres hablar de cosas, no tengo ningún problema con eso, pero me gustaría que le expliques al joven que está a tu lado que si vuelve a abrirme la boca así, se arrepentirá.Amenazar a un investigador federal no era algo que usted quisiera hacer.Eso te daría tiempo en la cárcel, pero por
BeccaLos últimos días con Neal habían sido absolutamente increíbles. No podía superar todo lo que habíamos estado haciendo; desde pasar el rato en casa como solíamos hacerlo o ver una película. Incluso me había llevado a Broadway para ver un espectáculo.Entre todo eso, pasamos tiempo abrazados baj
Mientras tanto, poco a poco fui olvidando todos los problemas que alguna vez se filtraron en mi mente.Decidí deslizarme de la cama y saltar a la ducha, y me moví rápidamente hacia el baño. Mis manos pasaron por mi cabello mientras estiraba mis brazos por encima de mi cabeza, tratando de aliviar los
BeccaDos días pasaron más rápido de lo que pensé que podrían pasar, y antes de darme cuenta, estaba cargando todas mis cosas en mi auto con Neal a mi lado mientras él intentaba convencerme de que me quedara, o al menos convencerme de que él lo haría. —Llévame de regreso en lugar de que yo conduzca
La risa se me escapó mientras puse los ojos en blanco. —No planeo hacerlo. Desearía que no hubiera estado enferma los últimos dos días, así podría haberle mostrado algunos sitios más.—¿Ella estaba enferma? —Allegra respondió después de un momento de silencio.—Sí, hace unos dos días, empezó a vomit
BeccaUn día después, finalmente de vuelta en casa, decidí programar una cita con el médico porque, sin importar lo que hiciera, las náuseas no desaparecían. Estaría bien en un momento y, al siguiente, me encontraba vomitando. Nada de lo que intentara mejoraba la situación, y en ese instante me preg