Después de unas horas de intentar hacer la pizza perfecta, Neal y yo nos sentamos en el sofá y nos reímos de la película que estábamos viendo. Estaba a solo un pie de distancia de mí, y aunque dos mantas diferentes nos separaban, todavía me sentía más cerca de él que de James en mucho tiempo.Más de
Cada centímetro de ella me hacía querer más, y aunque ella no sabía que me estaba tomando el pelo, sentí que poco a poco perdía el control a su alrededor.Así que en el momento en que se giró y me dijo con tristeza en su voz que James la había dejado plantada durante el fin de semana, lo tomé como u
becaAl despertarme a la mañana siguiente, no podía dejar de pensar en lo alta que era la tensión entre Neal y yo. Anoche me hizo sentir como no me había sentido en mucho tiempo. Me sentí querida y deseada, y aunque estaba con James, no pude evitar contemplar cómo sería una relación con Neal.Estuvo
—Bueno, hice la cama y todo lo de arriba, así que no te preocupes por eso. Voy a ponerme en camino, pero te llamaré en otro momento.Asintiendo con la cabeza, lo vi girarse para dirigirse hacia la puerta. Esta podría ser la última conversación que podríamos tener basándose en la forma en que estaban
Dos días después, volví a la rutina normal. Lo último que quería era sentarme y preocuparme por cosas que no podía cambiar. En cambio, tuve que concentrarme en la escuela y en los diferentes exámenes que se avecinaban.Como un ensayo que tuve que escribir para una de mis clases y que literalmente te
—¡Cómo te atreves!— exclamó, llamando la atención de otras personas a su alrededor. —Para sentarse ahí e insultarme. ¿Quién crees que eres? Vine aqui-——¿Viniste aquí a qué?— Espeté dándole una mirada mordaz. —¿He estado aquí durante horas y me abordaste en este café para tu disfrute? Todos aquí, in
Sin palabras, miré a Tally, que estaba sentada en el suelo con un ojo morado, el labio partido y un corte en la cabeza. Literalmente parecía como si hubiera disputado diez asaltos con Mike Tyson y hubiera quedado en el extremo inferior del poste.—Ay dios mío.— Corrí hacia ella, rápidamente abrí la
Abriendo y cerrando la boca, bajé los ojos y me alejé de él. —Arriba, durmiendo.No dudó en subir las escaleras de dos en dos hacia ella. No se dirigió ni una sola palabra a mí y sentí que mi corazón se rompía por completo con la situación. Dijo que íbamos a hablar. Dijo que tenía muchas ganas de ve