alisonAl colgar el teléfono con James, no pude evitar que la ira me atravesara. Que él pensara honestamente que podía hablarme como quisiera era más que una locura. Yo fui, una vez, la única mujer que amaba, y desde el momento en que esa pequeña puta Becca entró en nuestras vidas, había perdido com
—Qué ganas, pequeño lobo—, respondió con voz divertida. —No necesitas preocuparte por esto. De lo que debes preocuparte es de encontrar a tu hija que, según he oído, ha desaparecido. Estoy seguro de que hay formas en las que podría ayudarte a encontrarla. Aunque te costaría, si estás interesado.—Me
becaHabían pasado unos días y la conversación entre James y yo no había sido tan buena como me hubiera gustado. De hecho, él había estado más ocupado que de costumbre y yo no sabía qué hacer conmigo mismo.Cada día fue como el anterior. Me levanté. Hice mi entrenamiento matutino. Caminé hasta la ca
—Por supuesto, no hay ningún problema. ¿Cuándo buscabas subir? Le pregunté con una sonrisa en mi rostro, aunque no podía verme. Escuchar su voz después de todo lo que había estado sucediendo últimamente fue refrescante en cierto modo.—De hecho, probablemente estaré allí mañana para dejar esas llave
becaA la mañana siguiente, me desperté con un poco de ánimo en mis pasos. Era sábado y estaba emocionado. Eso fue porque era el único día en el que no tenía que preocuparme por la escuela o estudiar, aunque probablemente debería haberlo hecho. Era el comienzo de un fin de semana que iba a adorar ab
Tenía muy claro lo que sentía al respecto.Sí, estaba preocupada por Tally porque si James no sabía dónde estaba, entonces tenía que hacer todo lo posible para ayudarlo, aunque no me llevara bien con ella. Eso no significaba que no me importara lo suficiente como para ayudar a James.Esa era su hija
JaimeTan pronto como Becca colgó el teléfono, no sentí nada más que culpa y remordimiento por la forma en que había actuado. Esta es una chica que no había sido más que buena conmigo y una y otra vez, no hice más que convertirme en un completo imbécil para ella.Ella nunca me había dado una razón p
Una sonrisa cruzó sus labios mientras me miraba. —Eso es verdad. Sin embargo, primero quiero saber qué está pasando contigo antes de decirte por qué estoy aquí. Entonces, ¿por qué no explicas por qué sigues en Miami y no allí con la mujer que amas?—¿En serio vas a jugar esa línea conmigo?— Me reí m