capitulo 2

Violet

Abro los ojos lentamente y me doy cuenta que es de noche, el auto aún sigue en movimiento, miro hacia adelante y veo que mis padres hablan tranquilamente, Sandler a mi lado se da cuenta que he despertado y me da una tierna sonrisa.

— ¿Cuánto falta para llegar? — pregunto soñolienta mirando hacia el frente.

— Un par de horas — responde mi padre haciéndome bufar.

— Ten paciencia, ya llegaremos — dice mi madre con su usual dulzura que por un poco más me da diabetes.

— Puedes seguir durmiendo — dicta Sandler con burla haciéndome negar con la cabeza

— ¡Pero si dormí todo el día! — digo con un puchero, enfurruñada.

— Ya ya, no seas llorona, toma — responde pasándome un paquete de papas fritas.

— Te amo ¿lo sabias? — pregunto dramáticamente

— Si si, claro — ríe sin dejar de mirar al frente.

(...)

Después de una larga noche de molestar a mis padres y Sandler por haber dormido en todo el día, me quede dormida como una hora y media y luego al sentir que me cargaban desperté de golpe, dándome cuenta que quien me cargaba era mi mejor amigo.

— ¿Dónde estamos? — pregunto relajándome en su pecho

— Ya llegamos, nuestro nuevo hogar copito — dice con una sonrisa, arrugo la nariz por el meloso apodo y miro la gran casa frente a nosotros.

Es linda, es de dos pisos, de un color beige, tiene ventanales en la parte de arriba y un par de ventanas abajo, la puerta está en todo el centro, todo está rodeado de césped y un bonito jardín que le da un aspecto hogareño.

— Es linda — afirmo mirando como mis padres bajan las maletas y cajas.

— Que bueno que te guste hija — dice mi madre con una sonrisa

(...)

Luego de instalarnos todos se fueron a descansar pero yo, bueno, yo quería curiosear la casa así que empecé a caminar por el piso superior, pase por la cocina viendo lo cálido que se sentía todo, sin duda me sentiría a gusto aquí, cuando saliera ya sería otra cosa...

Me detengo de golpe al notar una foto de mis padres, se ven sólo un poco más jóvenes, pero esta foto parece ser antigua.

Frunzo el ceño y la tomo entre mis manos, dos personas más acompañan a mis padres en esta foto, es una pareja, el hombre es rubio, muy guapo a decir verdad, alto, comparándolo con la mujer a su lado, esta tiene el cabello castaño y unos hermosos ojos verdes. Parecen buenos amigos... Pero esta foto nunca la había visto.

— ¿Que estás haciendo? — pregunta la grave voz de Sandler haciéndome pegar un brinco

— Ah. Eres tú. — Afirmo aliviada — sólo estaba... Viendo esta foto — digo tendiéndole la foto que un poco más y cae de mis manos por el susto, bendito Sandler y sus llegadas inesperadas.

Este toma la foto y luego me mira.

— Talvez son viejos amigos — se encoje de hombros y vuelve a poner la foto donde estaba, pegada a la pared.

— Talvez — sonrió y me dirijo a la cocina para buscar algo de comer — Muero de hambre — grito un poco para que Sandler escuche.

— ¿Que quieres que haga? — responde entrando a la cocina, dándome una mirada de pocos amigos.

— Nada, ven a comer conmigo — lo apunto con la cuchara haciendo que me mire asustado, suelto una carcajada y al poco tiempo se une a mí.

— Y todo este alboroto — entra mamá gallina a la cocina, su cara refleja el mal humor que se carga dado que la desperté.

— Este.... Cof Cof — toso falsamente para zafarme del regaño que tendré pero entonces el timbre suena haciéndome soltar una risita.

— Salvada por la campana — mi madre dice a la vez que camina a la puerta, la sigo al igual que Sandler a mi lado.

Ella abre la puerta y todos dirigimos nuestra atención al chico castaño que nos mira atentamente

— Buenos días... Sra Dewey — dice el chico mirando a mi madre y luego a mi

— Buenos días Beta, ¿Que se le ofrece? — pregunta mi madre, arrugo la nariz confundida por como lo llamó... ¿Beta? Que es eso?

— El Alfa quiere que usted y su familia se presenten en su casa inmediatamente, es cuestión de protocolo. — afirma dejándome aún más confundida... ¿Qué diablos?

— No lo veo necesario, nosotros vivíamos aquí antes, somos amigos del padre del Alfa y... — responde mi madre enojada, al parecer ella si está al tanto de todo por aquí... Esperen dijo que antes vivían aquí. Estoy perdida.

— Señora, es una orden del Alfa. — interrumpe este autoritariamente haciendo que mi madre apriete los labios. Asiente levemente y suspira.

— Iremos en una hora — responde resignada.

— Muy bien, vendré en una hora — dice antes de irse rápidamente.

Mi madre cierra la puerta de golpe y corre dentro de su habitación, miro a Sandler con confusión, mi madre está muy extraña y la veo realmente preocupada.

Me acerco a su habitación y escucho que está hablando con alguien.

— ¡Ven ya mismo! Ya, si, el Alfa, nos ha mandado a llamar, estoy aterrada, no no, sólo ven. — termina y sé que está hablando con mi padre.

Estoy muy confundida, quien será ese llamado Alfa... Para que mi mamá este asustada debe ser que se han metido en un lío... ¿A dónde nos has traído madre?

Niego con la cabeza y veo a mi madre salir de la habitación, dirige su mirada a mi y suspira, hoy últimamente es lo único que ha hecho.

— Hija, te lo explicaré luego, por ahora vístete.... no te separes de mí y de tu padre — toma mis manos y puedo sentir que está temblando

— Mamá, ¿Quién es ese sujeto? Porque estás tan nerviosa... — pregunto apretando los labios preocupada.

— Él es... Como el gobernante aquí, y todos le deben obediencia, sólo no te vayas a separar de nosotros. — suelta mis manos y vuelve a entrar a la habitación.

Volteo y miro a Sandler que está tranquilo, mirándome.

— Voy a cambiarme — digo apartando la mirada.

(...)

El chico castaño o como lo llamó mi madre, "beta" si cumplió con lo que dijo y una hora después estaba aquí, claro que mi padre llegó 10 minutos después que mi madre le pegara semejantes gritos, ahora estamos frente a una gran mansión esperando que salga el gobernante, o Alfa, como le digan aquí.

— No te separes de nosotros — vuelve a repetir mi padre sin apartar la vista del frente. Ruedo los ojos por su insistencia y escucho como se abre la puerta, estamos un poco separados de ella así que puedo ver al chico rubio que sale de esta, quedo algo boquiabierta por su espectacular belleza, si que llama la atención, pero hay algo que me hace dar un paso al frente, confundida miro el rostro del chico quien parece un poco perdido, mira a su alrededor desesperado hasta que posa su verde mirada en mí, siento una energía extraña corriendo por mi cuerpo.

— ¡MIA! — grita el chico casi abalanzándose hacia mi, quedo paralizada al ver como mi padre salta hacia el dando paso a un... ¿Perro gigante? ¿Lobo?

Abro los ojos sorprendida por el repentino arrebato, más porque se supone que esto... No... Esto no es normal...

Veo como el chico rubio también rápidamente cambia su forma normal, humana si así se puede decir... Por la de un lobo, muy grande, es un lobo negro y el que se supone es mi padre es un lobo blanco. Ambos empiezan una pelea donde mi padre intenta alejarlo de mi.

— ¡OWEN PARA! NO VALE LA PENA, ES SU LUNA, PARA! — chilla mi mamá, Sandler me toma empujándome detrás de él.

Mi padre no presta atención y siguen peleando, frustrada me acerco a ellos pero mi mamá grita que no me mueva, frunzo el ceño enojada.

Se supone que están peleando por mi, así que no me puedo quedar de brazos cruzados.

— ¡Oye rubio! — Grito captando la atención de ambos animales — La cosa es conmigo, no con mi padre ¡así que me explican de una puta vez que carajos esta pasando! — exclamo enojada haciendo que el lobo ladee la cabeza observándome. Mi padre que hasta ahora estaba como un perro pulgoso vuelve a su forma normal, con algunos rajuños que se quitan al instante. Pero, mi mamá le pasa rápidamente su ropa ya que está desnudo.

— Hija puedo explicarlo — intenta explicarse dando un paso al frente pero yo doy una hacia atrás.

— Viví toda mi jodida vida engañada — hablo fríamente mirando entre mis padres

— Hija... Fue por tu bien... Pensábamos decírtelo...— empieza mi madre

— Pero esperábamos volver aquí, a nuestra manada — completa mi padre por ella.

— Ella es mía. Y debe quedarse conmigo — dice el rubio haciéndome girar mi cabeza en su dirección.

— Primero y principal, yo no soy de nadie, segundo, no te conozco, tercero, no quiero ver a nadie — respondo haciendo que el frunza el ceño.

— Puede que no te lo hayan dicho, pero eres parte de nuestra manada y ahora mi mate — explica dejándome igual de confundida

— Alfa, ella no tiene idea de nada, por favor... denos unos días

para explicarle ....— pide mi madre haciéndome que la mire ofendida

¿Piensa dejarme con el sexy rubio?

No es que moleste tanto.. pero ¡no!

— Un día, sólo eso — dice para mirarme con dulzura, en cambio yo solo le doy una fría mirada.

— Esta bien... — Afirma y mi padre sólo la mira mal.

— No te llevaras a mi hija — mi padre cruza sus brazos a la defensiva, viéndose más imponente que de costumbre.

— Será por las buenas o por la malas — responde el rubio

— Será a las buenas, gracias alfa nos veremos Después — responde mi madre dándole una mala mirada a papá.

— Vámonos chicos — mi madre pasa sus brazos por mi espalda invitándome a caminar pero una voz a nuestras espaldas nos detiene.

— Oye chica — llama el rubio haciéndome mirarlo sobre mi hombro — ¿cómo te llamas — pregunta con ilusión.

— Soy Violet — respondo y sigo el camino con mis padres

— Yo soy Kale, fue un placer conocerte mi Luna — escucho su voz, pero la ignoro sintiéndome algo extraña, como si algo dentro de mí lo llamara a él.

(...)

Miro a mis padres frente a mi, ambos se mueven nerviosos.

— Estoy esperando una explicación — digo por fin haciendo que ambos se miren entre sí y asientan.

— Nosotros... Somos hombres lobo — dice mi madre como si hubiera hecho un gran descubrimiento.

— Eso está más que claro — ruedo los ojos

— Bueno, tu también lo eres hija, sólo que hemos logrado que tu loba no salga... Volvimos por eso, y el Alfa es tu mate, tu pareja de vida, si estás separada de el puedes... Morir, porque los lobos tenemos sólo una pareja asignada, así que tienes que estar con él, él te amará y cuidara.. — explica mi padre.

Intento calmarme y pensar en cosas buenas porque siento que explotaré, no puedo... Esto es demasiado, soy una mujer lobo... Y ahora tengo una pareja, yo no quería una, pero ahora... Que rayos voy a hacer.

— Dijeron algo de mi loba — los miro expectante.

— Si, tu loba debe salir lo antes posible.

— ¿Cómo dices? ¿Salir? — pregunto confundida y ahora un poco mareada, mucha información me está estresando.

— Si hija pero tomalo con calma en la noche iremos al bosque, y te quitaremos el collar para que puedas tener tu transformación. — afirma mi padre, miro mi cuello el collar en forma de copo de nieve que tengo desde niña

— ¿Este collar? — pregunto sintiendo un leve mareo

— Si Violet... Todo te lo explicaremos después — dice mi madre dándose cuenta de mi estado

— Vamos para que descanses — mi padre se levanta y me toma en brazos, cierro los ojos abrumada y me dejó llevar, minutos después siento que soy acostada en mi cama, cayendo en un profundo sueño.

Editado

Nota de Autora:

Wenascopitos de mi corazón! Espero les haya gustado, dejenme su voto y comentarios para saber qué les gustó, y por último, wow, este capítulo me dejó aún más emocionada.

¡Besos!

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