Capítulo 43
Alejandro no dejaba de mirar a Andrés desde que entró.

Andrés se sentó y preguntó:

—¿Por qué me miras tanto? ¿Tengo algo en la cara?

Alejandro no respondió, solo tomó un sorbo de agua.

Ricardo miró a Alejandro y suspiró. Ayer le había enviado a propósito la foto de Luciana subiendo al coche de Andrés, y hoy organizaba esta cena. Si alguien dijera que no tenía segundas intenciones, ni muerto lo creería. Probablemente Alejandro quería saber qué había pasado después de que Andrés llevara a Luciana a casa.

—Andrés, ¿llevaste a Luciana a casa sana y salva anoche? —preguntó Ricardo, sacando el tema.

—Por supuesto —respondió Andrés recostándose en la silla.

Miró de reojo a Alejandro, recordando que Luciana vivía cerca de su bufete, y sintió una opresión en el pecho.

Quizás después de siete años de relación, Luciana aún no podía dejarlo ir tan fácilmente.

¿Todavía pensaba en Alejandro?

Se levantó, tomó la botella, la abrió y se sirvió una copa, luego le sirvió otra a Alejandro:

—¿Bebemos?

Alej
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP