[SERENA]

Estamos saliendo del salón donde se ha realizado la boda tomados de la mano y besándonos continuamente mientras el fotógrafo no encandila a cada paso de damos. Nos dirigimos al jardín del hotel para una sesión de fotos, la primera como marido y mujer. Iker me mira con esos tan hermosos que en estos momentos reflejan tantas emociones y comienza a quitar la lagrimas que he derramado durante toda la ceremonia a causa de la felicidad que me invade. Creo que jamás imagine que sería así de feliz, y menos que fuera junto a un ser tan especial como él.

Pasamos la sesión de foto a puros besos, abrazos y palabras de amor; y es que junto a él ser cursi es cosa fácil, pero ¿acaso no es inevitable junto a este hombre tan sexy y amoroso? Nos reímos de todo, pero es de la felicidad y de los nervios que ya se han disipado después de pasar ese momento de decir lo mucho que nos amamos delante de tanta gente. Estamos acostumbrados a nuestra intimidad, a esos momentos especiale