Capitulo 5.

Capítulo 5

Será un rompe corazones.

Grey Maximus.

Buscando respuestas [primera parte]

Una semana había pasado, un pinche semana y aún el recuerdo de ese lobo no me dejaba dormir. Me encontraba acostada viendo el techo de mi habitación, con Ethan dormido a un lado, ese día que lo traje a casa quería hablar con mi padre, pero no pude porque se fue a un viaje de negocios y volvería en 3 semanas y lo peor que yo tendría que volver a la ciudad para terminar la Universidad y así poder librarme de ese estrés, volteé a ver al pequeño, no puedo creer que en tan poco tiempo le haya tomado tanto cariño y eso que no soy buena con ellos, pero él, él es diferente, él saca ese lado maternal en mí que creí muerto

No sé cómo haría Ethan no se despega de mí en el día y eso me preocupa, no sé cómo sería su reacción cuando sepa que tengo que volver a la ciudad por un determina tiempo.

Solté un suspiro, está muy cansada esta semana, el cansancio por no dormir no ha pasado desapercibido incluso por mi nana, hay si tengo unas ojeras que parezco un mapache, solté una risita por mi mente tan loca.

Eran las 6, muy temprano cuando sentí que Ethan se movió, estaba despertando, creo que él siente mi inquietud, para tener 6 años era muy listo. Cristian, el hijo del beta de mi padre, me explico un poco de su naturaleza y de la cual mi padre de manera indirecta me preparo.

Y aunque él no lo sepa que yo ya sabía de todo eso, pero tengo que parecer que no se nada.

Flashback.

Estaba volviendo al enorme Palacio porque mansión le quedaba poco. Era guiada por el pequeño, ya que, si no me perdería en medio del bosque, había mando un mensaje a mi nana para que mandara a alguien a traerme lo más pronto posible, por el hecho de que solo quería hablar con mi padre y aclarar todo esto que estaba quemando las neuronas que aún le funcionaban.

—¿Mami, me escuchaste? — escuché la voz del pequeño, que ahora que me doy cuenta no sabía su nombre.

—¿Qué decías cariños? — pregunté, ya que estaba metida en mis pensamientos.

—Que ya llegamos— dijo y luego bajo la mirada, pero volví a hablar —¿Me dejarás? — me pregunto en un hilo de voz que hizo que mi corazón se rompiera.

Al parecer aún tiene miedo de que lo deje.

Así que me agaché hasta su altura para que él me vea el rostro, Levante su vista hasta ponerla en la mía, acaricié su mejilla con un amor maternal que no conocía. —Cariño. —hable despacio —te dije que no te dejaría— dije con dulzura en mi voz que hasta a mí me sorprendió.

Él se abrazó a mí con tanta intensidad, era como si no quiera soltarme, como si estuviera soñando y temiera despertar, yo lo abracé dándole ese sentimiento de seguridad, uno que no perdería, diciéndole que ya no estaría solo nunca más que ahora me tenía y no lo dejaría.

El momento se rompió por el sonido de mi celular al caer un nuevo mensaje, me separé del pequeño para revisar y ver que era.

Cristian está esperando por ti para traerte.

Decía el mensaje que mi nana había mandado.

Solté un suspiro y le sonrió al pequeño, que reflejaban ternura y curiosidad.

—¿Cómo te llamas? — finalmente pregunté.

Él me vio sonriente, una sonrisa encantadora, sin duda cuando creciera sería un rompe corazones.

—Ethan. — dijo con una sonrisa, la cual yo devolví.

—Bueno, mi pequeño Ethan, ya nos están esperando— y él sonrió aún más cuando escucho como lo llame. — pero necesito saber ¿tú perteneces a alguna manada? — pregunté ya que si lo hacía tendría problemas al llevarme un miembro de ella, claro esto lo sabía por las lecturas que hacía diariamente. Esperaba su respuesta, él negó con la cabeza, y eso fue un alivio para mí.

—Entonces vámonos — dije levantándome y dándole la mano. No pare en ningún momento, no me despediría, ya que ni conocía a nadie y la fiesta me importaba un rábano, solo quería llegar a casa salir de todas mis dudas, pero primero comprar rapo a mi pequeño. El tomo mi mano y salió dando pequeños saltos por todo el lugar.

Al salir del castillo vi a Cristian, el hijo del mejor amigo de mi padre y el beta de mi padre.

—¿Ya termino la fiesta? — me pregunto nomás nos acercamos, pueda notar cierta diversión, es su tono, sabe muy bien que odio las fiestas.

—No, pero sabes que no me importa, así que, llévame a casa— dije, entonces el noto al niño que sostenía mi mano, frunció el ceño al verlo y era lógico.  No pregunto nada, solo le dio una sonrisa y abrió la puerta del auto.

✧・゚: ✧・゚: -: ・゚✧: ・゚✧

Mi pequeño Ethan había acostado su cabeza en mis piernas y se encontraba dormido, yo seguía siendo vueltas a todo este asunto, como mi vida había cambiado en un momento, y claro, no faltaba las dudas.

—¿Pasa algo? — pregunto Cristian sacándome de mi viaje astral. Lo observé por unos momentos, él era el chico con el que jugaba de niña, él que me protegía de los demás, él que siempre me traía esas fresas que me fascinaban.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo