Lo veo fijamente mientras frunzo mis labios y solo quito sus manos de mi cintura.

—No quiero—le digo con seriedad mientras me doy la vuelta.

Vuelta que no alcanzo a dar ya que él me vuelve a girar para luego verme a los ojos mientras que con uno de sus dedos acaricia mis labios para luego besar ese dedo.

—Ok, no hablemos nosotros pero dejemos hablar a nuestros cuerpos—termina de decir para luego atraerme con fuerza a su cuerpo.

Estoy por decir algo pero cuando quiero hacerlo sus labios están pegados a los míos.

Su lengua acaricia mi boca húmeda mientras sus dientes muerden mis labios, mis manos no tardan en reaccionar por lo que solo puedo acariciar su cabello húmedo y mientras hago eso huelo su fragancia a recién bañado.

Mierda ni siquiera puedo contenerme, y cuando pienso hacerlo él mete su rodilla entre mi entrepierna haciendo que mi falda suba.

Sus manos abarcan mis glúteos por lo que solo puedo jadear en su oído derecho.

Después él solo me encamina hacia su escritorio y me recu