Para leer esta historia, favor pasar por Nuestro Pequeño Secreto (Encontrando El Amor Libro #4.5) y luego por Dulce Loco Amor (Encontrando El Amor Libro #6)
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*—Sapphire:
Si hubiese pensado que, por dejarse llevar por el placer, terminaría con el corazón roto y con una gran pérdida, quizás no hubiese dejado que aquel chico de ojos claros la tocase en primer lugar. Si tan solo lo hubiera sabido… Se hubiera negado a unirse a aquel viaje en donde conoció a dicho chico o mejor aún, quizás no debió de volver a Los Ángeles y ninguna de sus desgracias hubieran sucedido.
Sapphire Winters pensó en ese chico, ese que le había roto el corazón una vez más y como tonta seguía todavía sintiendo sentimientos por este. Lo amaba. Si, lo hacía. Mucho, incluso a pesar de que este la dejó varada en el camino sin ninguna explicación, lo amaba. Pero a veces, como en aquel momento, se arrepentía de todo lo que sucedió en el pasado.
Entró en la estancia donde había vivido con Samuel Callahan antes de perder a su bebé. Ya el lugar no era como antes. No había muebles y estaba como si estuviera a punto de ser alquilado. Paseó la mirada mientras se adentraba al piso. Charlie estaba con ella. Después de informarle que Samuel se había ido de la ciudad sin despedirse de ella, le había dicho que tenía que llevarla a un lugar en específico, pero Sapphire nunca pensó que sería su apartamento.
Aspiró el aire, pero no olía a más que detergentes, ya el olor de la colonia de Samuel no flotaba en el lugar. Se mordió el labio inferior mientras trataba de aguantar el llanto. Había estado esperando a que su padre la dejara libre para encontrarse con su amado al fin, pero este ya no estaba en la ciudad. Se había ido a otro lugar para continuar su vida, sin ella.
Sapphire bajó la mirada. ¿Por qué? ¿Por qué la había dejado así sin más? ¿Por qué no le dio alguna explicación? Hubiese entendido si él no deseaba estar más junto a ella después de todo lo sucedido. Quizás Samuel murmuró aquellas palabras de amor solo para tranquilizarla, quizás nunca quiso al bebé o estar con ella. No lo sabía. Quería respuestas, pero las personas de la cual podría conseguirlas se negaban a decir una palabra.
Sintió una lagrima salir de su ojo izquierdo y rápidamente la limpió.
Se sentía tan triste y sola. Era tan duro respirar. No sabía que Samuel se había vuelto tan importante para ella. Había pensado que lo que sucedió en el viaje sólo había sido algo pasajero, pero aquello fue todo el comienzo de su triste historia. Se cubrió el vientre plano con las manos y suspiró de tristeza.
Caminó por el apartamento medio vacío que estaba visitando aquel día y se detuvo frente a una puerta cerrada. Extendió una mano hacia el pomo, el cual giró y abrió, empujó la puerta y entró en la oscura e insípida habitación. La poca luz que entraba era por las ventanas de cristales sin cortinas. Aquí tampoco había muebles. Era obvio que el apartamento sería puesto en alquiler o venta. Le gustaba el lugar, se había imaginado una vida hogareña en este. A pesar de que el dueño era un hombre, el lugar era muy acogedor.
—Sapphire…—escuchó que llamaban su nombre y cuando se giró vio a Harry en la puerta. Este le sonrió con una sonrisa triste. Para Harry debía de ser muy triste también, había perdido a su mejor amigo.
—Harry…
—Samuel ha dejado algo para ti—dijo Harry entrando a la antigua habitación que había compartido con Samuel.
Sapphire lo miró confundida. Así que era cierto que Samuel había dejado algo pasa ella. Miró hacia Charlie quien había entrado también en la habitación. Si, esa era la razón por la que estaban allí. Se preguntó qué era lo que había dejado su amado para ella. No había nada en la habitación. Miró hacia Harry. ¿Acaso era una carta?
Se llevó una mano al pecho donde tenía una cadena con el anillo con el que Samuel le había pedido matrimonio. Si era una carta, Sapphire la atesoraría por siempre como cada uno de los artículos que Samuel le había dejado. Miró hacia donde había estado la cama de Samuel y donde habían compartido mágicos momentos. Sapphire cerró los ojos mientras trataba de evocarlos. Eran tan hermosos, había sentido calor a su lado, pero ahora todo estaba frío.
¿Dónde estaba Samuel? ¿Por qué no venía y la sacaba de aquel oscuro y frío lugar? Quería estar con él. Quería sentir su calor. Quería… Quería tantas cosas, pero todas las quería a su lado. Samuel tenía que volver, tenía que volver a estar con ella y… Comenzó a llorar mientras recordaba aquellos lindos momentos que pasaron juntos en aquella habitación.
En verdad que no entendía porque se había ido de aquella forma. Entendía que su padre no había querido que se vieran ni que estuvieran juntos, pero si se hubiera despedido, Sapphire no estaría tan dolida. Lo odiaba por esto, pero a su vez lo amaba. Samuel le había dado tantos lindos momentos, a pesar que el chico era un sangrón con otras personas, con ella había sido la cosa más adorable que había conocido en su vida.
¿Por qué? ¿Por qué se había ido?
Abrió los ojos y volvió a preguntarse sobre qué era lo que Samuel le había dejado. Volvió a mirar por la habitación. No había nada allí. No lo entendía. Su vista rápidamente se dirigió al closet del cuarto. ¿Acaso…? Sus pies se movieron y terminó de pie ante el closet. Extendió una mano, pero antes de abrir la puerta de este, se detuvo. Se giró hacia los dos hombres que estaban en la habitación, pero estos estaban de pie al lado de las ventanas sin cortinas de la habitación, guardando silencio. Le estaban dando privacidad.
Volvió la vista hacia el closet una vez más y se armó de valor para abrir la puerta. Cuando lo hizo miró dentro de la estancia. Había un objeto dentro de este. Los ojos de Sapphire se abrieron sorprendidos. Era… Sapphire se mordió el labio inferior, el cual le comenzó a temblar al ver lo que Samuel le había dejado. Extendió las manos para tomar la pequeña caja entre sus manos. Era el regalo que Sapphire le había hecho a Samuel el día de su cumpleaños, los pequeños botines azules de bebé.
Comenzó a llorar en silencio una vez más mientras aferraba la caja contra su pecho. ¿Por qué se la había dejado? No entendía. ¿Acaso le estaba dando esperanza? Se supone que no debería aferrarse y dejarlo ir, pero con esto, Samuel parecía estar dándole esperanzas. Miró la caja transparente con tristeza. Había decidido dejarlo ir, pero ahora…
—Sapphire…
La chica volvió la mirada hacia Harry. ¿Cómo le hubiese gustado que fuese otra persona que estuviese en aquel lugar llamando su nombre? Era una lástima que solo era un deseo que no se cumpliría. Samuel se había ido y dudaba que si alguna vez regresara las cosas fueran como antes. Aunque, no quería aferrarse a la idea de Samuel regresando y ellos volviendo a tomar su relación, pero esto… Miró el regalo. Esto le daba tantas esperanzas.
El chico rubio se acercó a ella.
—Debemos irnos—dijo Harry—Jamie va a venir con los posibles compradores del lugar y…—Harry se mordió el labio inferior—Ya sabes.
Sapphire asintió. Al menos Charlie y Harry le habían dado algo preciado, visitar el antiguo lugar donde Samuel y ella habían estado viviendo, donde habían comenzado a formar su familia antes que las desgracias los arroparan. Era una pena que ya no quedaba nada. Soltó un pesado suspiro y le dio una mirada a la habitación antes de salir con los dos hombres de esta.
Caminaron de regreso a la sala vacía. Sapphire paseo una vez más la mirada por la estancia. Los recuerdos seguían vivos en su mente, era como si todo hubiese pasado ayer cuando habían pasado exactamente tres semanas. Se aferró la caja en sus manos mientras sentía una nueva ola de llanto acercarse.
—¿Qué se supone que debo de hacer?—le preguntó a Charlie, pero la pregunta era más para sí misma. ¿Qué debería hacer ahora que Samuel no estaba a su lado, ahora que había perdido a su bebé, ahora que sus planes y sueños se habían roto?
—Yo…—Charlie hizo una mueca, quizás sin saber contestar la pregunta.
—Solo quiero que alguien me diga que se supone que tengo que hacer—murmuró Sapphire con pesar.
Charlie no respondió y Sapphire miró hacia el balcón. Tendría que vivir con esto. No quería perder la esperanza, pero, ¿Y si se quedaba esperando por siempre? ¿Qué tal si Samuel nunca regresaba? No quería esperar por siempre pero tampoco quería rendirse. Ya se habían rendido antes y su amor tuvo una oportunidad más. ¿Qué tal si faltaba otra y esta era la definitiva? ¿Qué tal si el destino hubiera hecho todo esto porque aún no habían estado preparados para estar juntos? Miró hacia su hermano.
—¿Charlie?—lo llamó Sapphire y este miró hacia ella—¿Tú crees que Samuel volverá?—preguntó Sapphire mirándolo a la cara.
Charlie la miró sorprendido por unos segundos.
—No lo sé—murmuró Charlie desviando la mirada y haciendo una mueca—Quizás vuelva o quizás no lo haga—dijo su hermano y Sapphire bajo la mirada, triste—Pero sé que cuando Samuel esté listo, regresará—terminó diciendo este y Sapphire lo miró esperanzada.
Sapphire sonrió y asintió. Si, quizás cuando Samuel esté listo, regresará. Samuel era un chico muy decidido y desde el comienzo, cuando volvieron a verse después del año desde el viaje, Samuel se había acercado con el propósito de que volvieran a estar juntos porque quería estar con ella y no podía olvidarla. Seguramente hablar con su padre y Kyle lo había cambiado. Quizás lo que sea que su padre y Kyle hablaron con este hizo que Samuel se sintiese aprisionado y al ver una vía de escape, decidió recorrerla sin mirar atrás.
—¿Crees que debería esperarlo?—le preguntó Sapphire a su hermano quería saber que pensaba porque ella estaba decidida a esperarlo, lo amaba y no iba a olvidarlo, quizás iba a superar un poco el dolor sufrido, pero no iba a olvidar el amor que le tenía a Samuel ni la pérdida de su bebé, eran parte de lo que ella era hoy.
—¿Quieres hacerlo?
Una sonrisa se dibujó en sus labios y asintió.
—Quiero hacerlo—le dijo—Lo amo, incluso a pesar de que me dejó sola, para mí, sigue siendo la mejor persona y sé que nunca lo olvidare—murmuró sonriendo—Yo…—Sapphire se mordió el labio inferior—Voy a esperar todo lo que pueda por él, si llega un tiempo en que todo esto ya no me duela y conozca otra persona a la cual amar, entonces solo así dejaré de esperar por él, pero lo haré.
Charlie asintió.
—Si tú quieres hacerlo, entonces no hay problema, Sapphire—murmuró Charlie sonriendo—Lo amas, iban a tener un bebe y sé que todo esto es difícil para ti. No tienes por qué olvidarlo, puedes esperar por él, pero solo espero que esto no te destruya, Sapphire—dijo su hermano.
Sapphire sonrió. No, no iba a perder su esencia, solo había perdido a Samuel que era parte de ella, pero eso no significaba que cambiaría, aunque su vida había cambiado un poco, pero no dejaría que fuera por completo. Esperaría a Samuel todo lo que pudiera, sonreiría y quizás se reiría de sí misma, pero no cambiaría.
—Vámonos, Sapphire—escuchó que Charlie decía después de un momento de silencio.
Si, tenían que irse. El apartamento había sido puesto en venta y ya no tenía nada que buscar en aquel lugar. Samuel no estaba allí y Sapphire debía de regresar a su casa, seguir con sus estudios y con su vida a pesar que hubiese perdido parte de esta al irse Samuel.
—Sí…—susurró y se acercó a Charlie quien extendió una mano hacia ella.
Sapphire tomó la mano de Charlie, la cual era tan cálida. Su hermano le dio una sonrisa y Sapphire se la devolvió. Estaba agradecida de todo el apoyo dado por su hermano mayor. Charlie siempre estuvo allí y sabía que este había tratado desde el inicio de cambiar la percepción de su padre con relación a Samuel, pero Kyle adelantándose a los hechos, fue lo que empeoró más su opinión.
Aún no sabía cómo viviría bajo el mismo techo que su padre o simplemente volver a ver a Kyle. No sabía que había pasado exactamente entre estos y Samuel, pero sí sabía que en parte estos habían sido los culpables de que Samuel se alejara de ella esta vez. Le gustaría irse de casa, pero aún era menor y no tenía ni un ingreso para poder permitirse vivir sola, ahora tendría que vivir con ellos hasta quién sabe cuándo.
Sapphire suspiro de pesar y con los dos hombres, salió del apartamento de Samuel. Le dio una última mirada antes de comenzar a caminar por el pasillo hasta el ascensor. Quizás Dios le tenía otra oportunidad preparada con Samuel, como si la tercera fuera la vencida. La primera vez que habían estado juntos no había funcionado y por lo visto, la segunda tampoco. Quizás, en el futuro volverían a encontrarse y las cosas serían diferentes. Era su más grande deseo por el momento, reencontrarse con Samuel en un futuro y decirle lo mucho que lo amaba a pesar de todo lo sucedido.
Solo esperaba que, si tuviese una oportunidad para encontrarse con él, si sucedía, no iba a dejar que se alejara de ella otra vez o quizás, si se encontraba con él y ya no era el mismo Samuel de antes, tal vez se rendiría y se olvidaría de este. No sabía que le tenía deparado el destino, pero mientras tanto, Sapphire iba a seguir pensando en Samuel.
No iba a perder la esperanza.
Buenas, notificándoles que, si han de querer leer esta historia, si no han leído Nuestro Pequeño Secreto y Dulce Loco Amor, les sugiero que pasen por estas, ya que, esta es la tercera parte de una mini serie que se encuentra dentro de la serie Encontrando El Amor. Si ya han leído, procedan. Gracias por el apoyo.
*—Sapphire:Diez años después…La mayor parte de las veces, un hecho del pasado podría cambiar fácilmente tu futuro. Incluso aunque tratara de que dicho hecho no la hiciera cambiar, sabía que había cambiado, no era la misma de antes.Sapphire Winters había tratado de cambiar su forma de ser después de unos sucesos que la marcaron de por vida hace 10 años, pero a pesar de eso, seguía soñando estúpidamente con su primer amor. No quería pensar en él, ya que había tomado la decisión de olvidarse de Samuel Callahan para siempre. Era obvio que este no iba a regresar a la ciudad porque si no regresó antes, ahora que han pasado diez años, no lo iba a hacer.Lo que no entendía era porque seguía pensando en Samuel aun después de todo este tiempo. Odiaba esta situaci
*—Sapphire:El fin de semana se había pasado en un parpadeo y el lunes llegó demasiado rápido.Sapphire tragó nerviosa mientras se bajaba del taxi frente al edificio corporativo en donde estaba ubicada la empresa donde tenía la entrevista. Era una firma de consultores que trabajaba con casos legales, asesorías y auditorías a negocios. Cuando Sapphire recibió los datos por parte de Astrid, había investigado la empresa y se sorprendió que incluso las firmas de abogados tanto de Charlie y Nick como la firma familiar que ahora manejaba Kyle estuvieran relacionadas con esta firma de gran renombre.Miró el nombre de la empresa: Harrison Consulting Group en letras azules, las cuales estaban ubicadas a un lado del edificio. Este era uno de cuatro pisos en cristales con una estructura moderna. Sapphire miró hacia la entrada de la empresa y con la frente en
*—Sapphire: La semana estuvo tranquila para ser su primera semana. Era viernes por fin y estaban preparando todo para la entrada del nuevo director de la firma. El lunes el señor Callahan se estará presentando a los empleados. El señor Harrison les había comunicado a Astrid y a ella, que el nuevo director planeaba hacer algunos cambios en la empresa. Así que tenían que tener la sala de conferencias lista a más tardar en la tarde. Por suerte, el señor Harrison no se encontraba en la firma aquel día, le había informado a Sapphire que limpiara su agenda porque quería tener el día libre. Era algo extraño, pero Sapphire había acatado su orden sin problemas. Movió algunas citas a otros días y Sapphire había llamado a las personas interesadas en reunirse con el señor Harrison para informales sobre los cambios hechos. Eran las tres de la tarde y Sapphire estaba en su escritorio revisando los últimos detalles de la conferencia para el n
*—Samuel:Su vida volvía a cambiar una vez más.Su mirada se enfocó en el paisaje frente a él. Estaba saliendo del aeropuerto junto a su compañero de trabajo y quien también era un gran amigo, Michael Harrison, el cual había conocido hace diez años cuando decidió abandonar la ciudad que lo vio nacer luego de verse afectado por una situación que casi hizo que se perdiese a sí mismo.Según veía, había muchas cosas que habían cambiado a lo largo de aquellos años fuera de su ciudad natal. Había edificios donde antes había algún terreno baldío y también había parques en donde antes había edificios. Todo había cambiado. Bueno, claro que iba a cambiar y que todo le parecería diferente. Habían pasado diez años desde la última vez que pisó Los &Aacu
*—Sapphire: Se había sorprendido tanto al ver a Samuel de la nada después de tanto tiempo. Las manos todavía le temblaban. No tan solo eso, su cuerpo se sentía como gelatina y mientras Sapphire se alejaba de la empresa en un taxi directo a su apartamento, no podía evitar pensar sobre qué hacer ahora que Samuel volvía a estar en su vida. Saber que Samuel había estado en New York todo este tiempo la había sorprendido, pero aun así pensaba que todo era tan extraño. ¿Por qué Samuel nunca volvió a Los Ángeles para reunirse con su familia o con sus amigos? Se tocó la barbilla con los dedos. Al menos que estos lo supieran y no le hubiesen dicho para no lastimarla. Sapphire pensó en Charlie y Kyle. Michael antes había mencionado que las firmas de sus hermanos estaban relacionadas con los Harrison, eso quiere decir que se conocían. ¿Acaso sus hermanos sabían de Samuel, pero prefirieron guardarse esa información para no lastimarla? Era lo más probable.
*—Samuel:Regresar se sentía extraño.A pesar que Samuel se estaba quedando en el apartamento de Michael hasta que encontrase su propia plaza, estaba deseando tener su propio espacio. El sábado recorrió la ciudad con Michael como chofer y había visto que algunos sitios no eran los mismos que antes. ¿Eran diez años tanto tiempo? A veces se sentía como si hubiese sido ayer que se hubiese ido, pero recordando cómo se veía la ciudad, era obvio que no se había ido el día antes.Iba a ser difícil acostumbrarse, pero Samuel lo intentaría todo lo que pudiese. Si llegaba un punto de declive, Samuel iba a tomar la decisión de regresar a New York, aunque esto lo pusiera en rojo con el señor Thomas. Primero su salud mental antes que un trabajo.Samuel se pasó la mano por la cara mientras conducía por la ciudad. Era domin
*—Sapphire:Había creído que las cosas serían diferentes con Samuel de regreso, pero la semana había pasado tan rápido y sin contratiempos para Sapphire que estaba muy sorprendida.El lunes había sido un día normal, como si Samuel no hubiese regresado para nada. A pesar que Sapphire lo vio a primera hora de la mañana llegando con el señor Mikkel a la empresa, vestido con un traje formal, bien peinado y con la misma barba del viernes pasado, no volvió a verlo hasta el miércoles y él mismo había actuado como si ella fuera una total desconocida para él. Ni siquiera la había mirado y Sapphire se sintió un poco dolida por esto. Se podía ver que a Samuel no le había importado una mierda lo que tuvieron en el pasado.Sapphire tenía unas enormes ganas de hablar con alguien, desahogarse, pero no quer&iac
*—Sapphire:Esto era incómodo.A Sapphire le dolía la cara de tanto sonreír tan falsamente aquella noche.Después que había tomado una decisión con respecto a Samuel y sobre lo que este podría significar en aquella nueva etapa, Sapphire se había dicho que tenía que conseguir hablar con Samuel, a pesar que este se veía tan lejos y eso que estaba frente a ella en la amplia mesa donde estaban sentados compartiendo y celebrando la bienvenida a la firma tanto de Samuel como la suya.El salón era pequeño y se habían colocado varias mesas juntas para abarcar a los 15 invitados a la bienvenida. Para suerte de Sapphire, estaba junto a Astrid, quien estaba sentada a su lado, pero para su mala suerte, tenía a Samuel frente a ella y Michael estaba al lado de este.Desde que llegaron al encuentro, Sapphire trató de no mirar hacia el fr