*—Sapphire:

Cuando entró en la oficina el siguiente lunes, Sapphire estaba esperando un ambiente hostil y tóxico, casi parecido al aire que no se podía respirar el Chernóbil, pero se sorprendió cuando vio a Astrid hablando con una de los conserjes de la firma muy tranquilamente.

Sapphire se acercó y les deseó los buenos días, ambas mujeres sonrieron con cordialidad. La conserje le ofreció buscarle una taza de café y Sapphire la declinó, trataba de no tomar café delante de Astrid ya que el olor le daba náuseas, pero como nadie sabía aún sobre su estado más que ella, le mintió a la señora diciéndole que ya había tomado. Cuando estuvieron solas en la oficina, Sapphire se volvió hacia su compañera.

—Llegaste temprano—señaló Sapphire. Desde que había entrado a