PUNTO DE VISTA DE ANASTASIA

En solo un día, tuve que sentarme y escuchar muchos más interrogatorios que en toda mi vida.

Todo el personal de la tienda e incluso personas que estaban por allí fueron interrogadas educadamente. A todos les preguntaban si se encontraron por casualidad con una mujer con una niña. Preguntaban junto con la descripción tanto de la mujer como de Amie, pero nadie, ni una sola persona las vio. Era como si desaparecieran en el aire.

No pude evitar que las lágrimas rodaran por mis ojos.

Pobre Amie. Acababa de librarse de meses de estar confinada en una cama de hospital solo para que una persona desafortunada la secuestrara. Era tan injusto para ella.

¿Qué podían ganar con esto?

Me preguntaba cómo estaría ahora. ¿Dónde la tenían? ¿Habrá comido? ¿Tendrá sed? Debe de tener frío.

Miré su medicina, que seguía intacta en la encimera, esperando a que su dueño la usara. Me pasé la noche mirándolos y, en algún momento, hasta Justin empezó a llorar. Debió darse cuenta