"¿Y qué si es tu hija? Por lo que sabemos, ¿ella puede estar mintiendo?".

"¿Qué ganaría mintiendo? La niña es mío. Estoy seguro".

"No me importa si es tuyo o no", gritó, mirándome.

Le temblaba la voz mientras agarraba la bolsa que tiró en el sofá. "No me importa lo que pase, Aiden. No lo harás. Y si lo haces, no te gustará lo que haré después".

Luego salió enfadada, golpeando la puerta detrás de ella. Solo esperaba que no fuera detrás de Ana como la última vez.

Me quedé allí sentado, todavía aturdido por la bomba que Ana me soltó de repente. No estaba seguro de cómo me sentía. ¿Feliz por tener una hija con Ana? ¿Triste y enfadado por mi ausencia en la vida de mi hija? Mis emociones estaban por todas partes. Tenía sentimientos encontrados sobre lo del hermano salvador, sobre todo porque estaba intentando desesperadamente que la vida con Sharon funcionara. Intentaba olvidar a Ana y dejarla en el pasado, pero ella tenía que aparecer y tirar todos mis esfuerzos a la basura. Para compl