"Lo haré", me pasé los dedos por el pelo y me tumbé en la cama. "Solo necesito tiempo”.

"Bueno, no tienes ese tiempo", ella empezó a levantarme. "Porque voy a la discoteca y tú vienes conmigo”.

“No", dije definitivamente y empecé a alejarme. "No voy a ir a ninguna lado”.

"Por favor, Ana. No puedo verte ir así”.

"Solo déjame tener esta noche. ¡Pasaron cuatro años!”.

"No importa”.

"Clara…".

"Estoy segura de que él probablemente todavía se está acostando con alguna otra mujer y tú estás aquí llorando patéticamente".

Ella probablemente tenía razón. La chica estaba en su casa después de todo. Probablemente volvió a sus brazos cuando me fui.

"Su culo tramposo no se merece esto. Deberías salir y divertirte. Demuéstrate a ti misma y a él que la vida continúa pase lo que pase", dijo suavemente.

Suspiré. “Bien".

Y así fue como fui arrastrada a ir a la discoteca cuando debería estar por la mañana con mi amor perdido.

Aunque no fue tan mala idea. De hecho, me alegro de estar aquí, pens