Capitulo Uno. La fiesta de compromiso.
Recomponerse no es fácil.
Para anda.
Mucho menos cuando a lo lejos veo a mi primo a punto de quebrarse.
Es la fiesta de compromiso, esa que yo mismo he estado batallando para que se realice.
Sin embargo, el universo me obligó a contarlo hoy. El universo me hizo que hablara y sacara de mi pecho lo que habia estado ocultado hasta el momento. Lo que habia estado reservándome para la soledad de mi habitación.
Para llorar de impotencia porque según los cálculos del doctor Redford es probable que solo tenga poco mas de un mes de vida.
Los días han pasado volando, tan rápido que siento que ha sido mas de un mes, que han sido años, pero asi se ha sentido para los temas, como Vicky y Ernest, que ahora, finalmente, después de tantos problemas, al fin están juntos.
Al fin celebran su unión.
Quebrarse ante ellos y arruinar su felicidad no es una opción.
Por eso le pedí a Ernest que no le contara a Vicky nada hasta que pasara su fiesta de compromiso, su noche especial, su momento.
Ella habia luchado demasiado por este amor, por esta relación. No era justo que yo se la arruinara con mi enfermedad.
Muy diferente a Ernest.
Me quedo en balcón mientras me intento recuperar del desasosiego que llevo en el pecho.
Mis manos tiemblan.
De camino al apartamento nuevo de Vicky y Ernest donde ellos compartirán su vida ahora, donde compartirán su amor, donde podrán criar a su hijo y tener una familia. Cumplir su sueño.
Y de paso el mío.
No puedo evitar estar feliz por ellos aunque mi mundo se derrumbe y mi vida se esfume segundo a segundo de mis dedos.
—¿Estas seguro de haberlo intentado todo? ¡No voy a dejarte! — las palabras de mi hermano aun retumban en mi cabeza.
No es querer dejarme, es que me iré.
El episodio del hoy en el carro cuando venia conduciendo en la avenida me hizo poner los pies en la tierra.
Perdí el conocimiento por unos segundos.
No supe en dónde estaba aún teniendo las manos en el guía del vehículo.
Es como haberse desasociado, pero mucho mas grave.
Sin saber que hacia, donde estaba, ni a donde iba.
Fue por un escaso tiempo, corto momento de extrañeza pero que me causó pavor al recuperar la consciencia y darme cuenta que estaba impidiendo el transito, mientras mi cuerpo en automático había detenido el vehículo y no avanzaba aunque el semáforo estaba en verde.
Me perdí.
Estaba allí, pero no estaba.
Parte de lo que el doctor me dijo sobre los síntomas graves y consecuencias de tener cáncer en el hemisferio derecho, es que podía sufrir de perdida de memoria a corto plazo, momentos de poca lucidez, temblores, mareos, agotamiento físico y mental, entre muchos más que solo me ocasionaban ansiedad con pensarlo.
Pensar en ello me enfermaba mas.
Hasta lograr que no me quisiera levantar cada día.
Vicky no lo sabe, pero ella, con su entrada en la vida de mi hermano, me dio una razón para levantarme cada día, para no rendirme. Mi hermano y ella, sin saberlo, me han salvado todo este tiempo.
Me acerco a la barra preparada que mi tia Melanie ha forzado para tener en el acogedor lugar. Vicky no permitió que el sitio fuese decorado por un diseñador pero se nota que mi tia estuvo involucrada de una forma u otra.
—Un Tom collins, por favor. —le pido al bartender que va con uniforme negro.
—Ahora mismo, señor. —dice el mientras le entrega una copa con algo de color naranja a la mujer que está a mi lado.
No la reconzco de nada, pero imagino ha de ser familia de Vicky.
Lleva el pelo de color negro y un vestido muy llamativo que según veo le queda bastante bien.
Cierro los ojos y sacudo la cabeza. No puedo creer que esté pensnado en ella.
Esa mujer no se ha salido de la cabeza.
No puedo pensar en ella.
Es fruta prohibida. Es irritante. Es molesta. Es intensa. Ella es…
Es un bombón.
La hermana de Vicky es sinónimo de peligro. Es peligro absoluto con cartel y todo.
Lleva las palabras cárcel en su frente.
Pero no solo eso, también lleva cuidado porque si no haces las cosas a su forma probablemente te golpee con el primer objeto que vea cerca de ella.
Es así de impulsiva.
Así de poco tolerante.
Y yo soy todo lo contrario. Mis veintiséis años han sido bien vividos, al menos en lo relativo a estudios, universidad y logros laborales.
¿Las relaciones?
Esas no tanto. Esas se fueron al traste en el instante en que Meldy me fue infiel.
—Señor…— el bartender se queda mirándole y el se da cuenta que en la barra, justo al frente hay un baso largo con el Tom collins que el habia pedido.
—Lo lamento. — dice tomando el vaso en su mano de inmediato.
—Que lo disfrute! — exclama sonriente el hombre y se aleja para atender a la mejor amiga de Vicky.
Otra mas del club de las irritantes. Pero ella no tanto como Neny Roman.
Neny Román es la reina de las intensas.
Me doy un sorbo largo, trago con fuerza y dejo que el alcohol baje por mi garganta, serenando con lentitud el latir desesperado de mi corazón.
No debería estar aquí. Debería estar en casa, reposando, descansando, al menos eso dijo Redford cuando le llamé después del episodio en el carro.
¡A la m****a con el cáncer! ¡No voy a dejar de vivir así sin mas!
—¿Quieres bailar? — le pregunto a la pelinegra actuando por impulso.
Si voy a morir en las próximas semanas, lo justo es que deje de pensar en todo y me lance a disfrutar de los pequeños momento.
Miro de reojo a donde están Ernest y Vicky charlando con la madre de esta y mi hermano me observa preocupado como si hubiera sentido mis ojos verdes sobre él.
Sonrio y levanto un pulgar en señal de estar bien.
Dolor.
Impotencia.
Lo veo todo en sus ojos. Es lo mismo que yo sentí cuando el doctor me dio el veredicto.
Como un juez que cantó sentencia de muerte.
—¿Contigo? — pregunta ella y la voz hace que mi cuerpo se ponga rígido de inmediato. —¡Vale! ¡Estoy harta de estar sentada!
Ella se levanta de la butaca color negro con asiento redondo y extiende una mano hacia mi.
Estoy en shock.
—Pero…
—¿Qué pasa, Timotheo?
—Tu no…. ¿Qué te hiciste?
—¡Cambio de look, Timotheo! — exclama y me sonríe entrecerrando los ojos. —¿Me invitaste porque creías que era otra mujer? — mi cara era suficiente respuesta. —¡Vaya! ¡Que puto estas hecho! — exclama y yo tomo su mano de inmediato con tal de callarla.
Comenzamos a bailar con la mirada de todos encima de nosotros. La sala del apartamento es grande y en cuestión de segundos, otras parejas se fueron incluyendo a la pista improvisada, incluidos mis padres.
Entre risas y charlas, el ambiente se relaja pero mi cuerpo no.
No puedo relajarme.
No cuando tengo tan cerca de mi al motivo de mis pensamientos indecorosos.
Esos que hacia demasiado tiempo no tenia por nadie.
—Respira, grandulón. Te va a dar una embolia su no te sueltas. — murmura ella pegándose a mi y susurrándome las palabras al oído.
—Uhmm.. — no puedo hablar. Mi cuerpo se mueve despacio y por cuenta propia. Mi cerebro esta apagado por completo, sin neuronas trabajando, las mandó a todas de vacaciones.
Ni una sola palabra.
—Si sigues así, pensaré que te molesta mi presencia. — me dice y sus ojos grises me miran directamente a los mios. —¿Te sientes incomodo junto a mi, Timotheo? — inquiere enarcando una de sus cejas.
Ella me gusta.
Joder.
La verdad me golpe tan fuerte que me detengo de lleno.
Ella hace lo mismo y con mi mano en su espalda, sintiendo su calor, oliendo su aroma a fresas y vainilla, inhalo profundamente.
No voy a temerle a una mujer que parece un duende delgado frente a mi.
No voy a temerle a esta impulsiva mujer con lengua venenosa.
Me gusta, si, mucho, demasiado para mi gusto.
Pero disfrutare esta noche.
Ella está allí mirándome, y yo vuelvo a retomar el baile con ella en mis brazos dejándose guiar.
—No me incomodas, Neny Román.
Dieciocho años no era más que un número estúpido en mi vida. Un número que me limitaba a hacer lo que yo quería hacer en el momento en que deseara hacerlo. Me molestaba que las personas quisieran siempre decirme cómo hacer las cosas, esas que a mí me parecían una tontería y para los demás no eran más que detalles importantísimos en la vida de un adulto.Las personas siempre encuentran cómo intervenir en tu vida y cómo hacer que tu decidas las cosas que ellos quieren, los manipuladores, personas con un alto coeficiente intelectual que logran siempre, a su conveniencia, hacer que tú hagas lo que ellos quieren.Puedo decir que mi padre es uno de estos. A mis dieciocho años poco recuerdo yo de haber tenido un padre en algún momento. Él se fue cuando yo era demasiado pequeña y ahora desde hace unos pocos d&ia
Capítulo 3: Pura coincidencia. Caí redondo en su treta.¿Cómo pude ser tan tonto de dejarme llevar?¿Cómo es que mujer logra sacar la parte mas salvaje mía?Esta vez logré controlarme, logré no inhalar por demasiado tiempo su perfume, su aroma natural. No dejé que su belleza me anestesiara a tal punto de no querer nada más.Caí en su treta sin darme cuenta.Ella es como una ninfa seductora, llena de vida y tentaciones.—¡Que bobo fui! — gruño mientras me subo al coche.Se que no debo conducir, se que no debo dejarme llevar por la ira y sabiendo el diagnostico, el motivo de mis migrañas, la razón por la que llego exhausto a casa aun después de pocas horas de trabajo.No debería de conducir, pero necesito alejarme de ella.Mi teléfono suena y pongo el manos
Capítulo 4: Notoriedad.El taxi llegó de inmediato. Me subo sin siquiera mirar quién es la persona que está ahí, no tengo cabeza para nada más, no tengo deseos de pensar en nada más. Lo único que quiero es llegar a casa y esconderme allí en mi habitación, quedarme lugar seguro donde nadie podamos dar. Donde nadie pueda juzgarme y hacerme sentir como que soy una niña.Mi hermana no puede sacarse de la cabeza esa niña de coletas que molestaba a cada persona que llegaba a la casa.Mis padres tampoco.Le agradezco a mi hermana Vicky que me abrió los ojos, me hizo comprender que mi padre muy probablemente, vuelva a largar su travesía. Dejarnos en la estocada, tal como hizo la última vez.Reconozco que mi hermana Franceska puede estar ilusionada sabiendo que tiene un padre que está aquí presente, que est&aa
Capitulo 5: Vergüenza.Sorpresa. Grata sorpresa.Me quedo rígido de inmediato, esto no puede estar sucediéndome—¿Qué diablos estas haciendo? — le pregunto dando un paso atrás y alejándome de esa demonia de ojos grises. —¿Cuale s tu problema, niña? — inquiero con voz entrecortada.La respiración me falla, el corazón me falla, todo en mi cuerpo está detenido y asustado.Ella…me ha besado.—Tu…— escucho que susurra.—¡Por su puesto que soy yo! ¿Qué diablos pasa contigo, Neny?—No tenía—tenía idea de que eras tu…—escucho que dice.Me paso la mano por el rostro intentando espabilarme. Esta mujer es fuego puro. Mi boca aun extraña la calidez de sus labios.Escasos segundo donde olvid&eacu
Capítulo 6Como ojeras, más cansado que nunca en mi vida, después de tomarme dos analgésicos antes de salir, llego y me siento molesto.Molesto porque no he dejado de pensar en ella ni un solo momento desde que llegué a mi apartamento en la noche anterior. Esa mujer que es como una enfermedad, una enfermedad infecciosa que se ha metido en lo más profundo de mi cuerpo y que ahora me obliga a solo pensar en ella a cada segundo de mi día a día.Si sigo así, terminaré por crear una obsesión con ella y no puedo hacerlo, porque es demasiado joven para mí, porque le llevo ocho años, ocho años son más que suficientes para que todo el mundo nos juzgue.¡Demonios!No puedo ni siquiera creer que he estado pensando en esto, no puedo creer que lo he estado pensando, el hecho de que las
Capitulo 7: Nuevo empleo.—¡¿En qué diablos estabas pensando tú cuándo decidiste que salir a mitad de la noche era la mejor idea?!Mi padre estaba enojado, pero quién es en verdad estaba enojada era mi madre la cual se sentía defraudadaLo cierto es que en el estado en el que estoy poco me interesaba lo que mi padre pudiera pensar, poco me interesaba si estaba enojado o no Porque ya había salido sin avisar.—Me está doliendo la cabeza lo mejor que pueden hacer es dejar de respirar un poco y después pueden darme todo el sermón que deseen. — farfullo.Sé que no es la mejor forma de hablarle, pero ellos están agotando mi paciencia.—Neny…—No, mamá. —le digo deteniéndola. —Tengo 18 a&ntil
Fue el peor día de mi vida.Las cosas no podían salir peor.Suponía que le trabajo no sería difícil, yo estaba dispuesta a dar lo mejor de mí y empeñada a ser mi mejor para que nadie se atreviera a minimizarme o menospreciarme.Timotheo se mantuvo alejado, todo el día escapando de mi, buscaba cualquier motivo para no acercarse, y no tuve más remedio, que centrarme en las cosas que debía de aprender con la intención de al día siguiente resarcirme y comenzar nuevamente con pie derecho.Es solo un hombre, al menos eso me decía mientras empacaba mis cosas en la cartera luego de que una mujer llamada Carola me enseñara lo más relevante sobre el trabajo.La verdad es que el puesto no era para nada difícil, al menos así se veía a simple vista, me limitaba a tomar la llamada que pasar los mensajes, a comunicarle todo lo que los empleados internos y externos y todos los temas relacionados con la inmobiliaria a nivel económico llegaran a los oídos de Timotheo.
Capitulo 9: La guerra tendrá.No voy a rendirme, rendirse es para tontos. Voy a seguir luchando porque quiero demostrar algo. Quiero demostrar que yo soy capaz de desempeñar la posición de asistente quizás no sea la mejor posición del mundo, ni tampoco la remunerada. El acuerdo al que llegó mi hermana y su prometido con la encargada de recursos humanos fue bastante bueno, pero hay que reconocer que es mi primer trabajo y tampoco estaba esperando que me pagaran como si fuera una profesional.Sin embargo, aquí el problema no es salarial, el problema no es de dinero. Tampoco esperaba ganar. El dinero suficiente como para independizarme, esto es más para acallar las preocupaciones de mis padres. Es más, para que dejen de sentir que soy una niña y comiencen a tratarme como tal, así que sin darle más vueltas al asunto, me levanté antes de que saliera el sol, me puse