Sofía había comenzado los síntomas de un virus. No podía parar de vomitar, sudar frío, portaba unas ojeras y una palidez impresionante. La mujer dejó a sus hijos con su madre el fin de semana para intentar recuperarse o al menos evitar que se contagiasen. Además, aprovechó el momento de enfermedad para analizar la posibilidad de decirle al padre biológico de sus hijos que los pequeños gemelos que sin duda se asemejaban a él en diversos aspectos, eran completamente sus hijos también, producto del amor, la pasión y las promesas que dentro de aquella caballa días antes de sus bodas se hicieron. 

Sofía escuchó el timbre y sorprendida fue a atender a la puerta, al otro lado se encontró con Kyle, el mejor amigo de Luke y esposo de su mejor amiga. 

— Te traje sopa, ella no puede venir. 

— ¿Está mal?

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