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DURAS REVELACIONES
—No, te equivocas. Tú eras quien tenía una herencia que heredarías a los veintiuno gracias a tu madre. Tu padre lo sabía, y no quería tocar aquel dinero por nada del mundo. Vivian en una casa bonita porque las apuestas lo dejaban con una buena pasta, pero cuando le comenzó a ir de mal en peor, ya cuando estaba al borde del abismo y fue a pedirme una mano comencé a no solo darle dinero para pagar lo que tenía de deuda, sino también para que mantuvieran el estilo de vida que llevaban y para que tú no sospecharas de nada de lo que ocurría a su alrededor. Lo siento mucho, Nina, pero el hombre que tienes en un altar, no era cien por ciento honesto contigo. Lo cual es algo que es entendible dado que eras una niña, no tenía que lidiar con sus problemas.
—No inte
37La pasión de EvanNi siquiera me percate de donde me estaba llevando Evan, mi mente estaba en la luna. Ni siquiera le preste atención cuando habíamos llegado, subimos a un elevador para subir al último piso del edificio donde Evan había mencionado que aquí pasaba la mayor parte de su tiempo. Con una mano apoyada en mi cintura me adentra a su departamento.Inmediatamente me dejo caer en el sofá más cercano que tenía a la vista y allí me quedo mirando mis manos nerviosas y temerosas. Aun no podía procesar nada de lo que Nicholas me había contado, y es que era tan pero tan difícil de creerle, por más que trataba de darle una lógica a todo aquello, parecía que simplemente no podía hacerlo.He odiado a Nicholas, a los Hamilton desde casi toda mi vida. Quitar esa imagen que ten&ia
18MÁS VERDADES —Acuéstate —gruñe y lo hago. Su boca va a mi entrepierna dándome más placer de lo que nadie nunca podrá igualar. Levanto mis caderas ansiando más, y me lo da. Siento mis piernas temblar, mi pecho sube y baja a un ritmo distinto. Evan me mira con esa mirada ardiente y malévola. —Te quiero dentro —susurro sin dejarlo de mirar. Se arrastra hasta una de las mesitas al lado del sofá, la abre y saca de allí una caja de condones, la abre y tras tomar uno tira la caja detrás de él. Con los dientes lo rasga, saca el preservativo y se lo coloca finalmente. Entonces veo el cielo cuando se apodera de mi cuerpo. Comienza lento, aumentado el fuego hasta el punto de incendiarnos amb
39JAMES¿Alguna vez te has preguntado cómo son verdaderamente las personas cuando tú les das la espalda? La respuesta te podría sorprender como no también. Es decir tú piensas que aquellas amistades, aquellos romances, e incluso la propia familia son ángeles en tu vida por cómo te sonríen, te hablan y lo bien que te hacen sentir a veces. Pero en realidad son doble cara, te muestran lo que quieren que veas, una máscara que llevan constantemente para sacar algo de ti o lo que sea. En mi caso, la persona en la que ponía las manos en el fuego solamente me quería para sacarme algo que ni siquiera sabía que yo poseía. Mi mente no cesaba a la hora de pensar en James como un criminal, como un asesino, como un vil ser humano podrido de dinero.&nb
40MIRANDO CON NUEVOS OJOS Resoplo cansada. Desayuno algo rápido antes de meterme a la ducha. Tras estar lista, tomo mi bolso y me dirijo a la casa de James. Esto podía traer graves consecuencias, iría a confrontarlo ahora mismo. Pero no lo haría directamente, no era tan estúpida. Elevo mi mano al timbre, al tocarlo solo es cuestión de segundos antes de que alguien me abra la puerta. Y ese alguien era la persona la cual venia buscando. James. Me sonríe. Le sonrió y esperaba que a tristeza y el enojo no se reflejaran en ella. —¡Nina! —exclama—. ¡Hasta que decides aparecer finalmente! —¿Te estoy interrum
41DESPEDIDALos golpes en la puerta hicieron que abriera los ojos abruptamente, mire a mis costados para ver si Evan estaba aún dormido, pero ya se había levantado. Y dado que la puerta continúa siendo golpeada deduzco que se ha ido a trabajar desde muy temprano. Miro la hora en mi celular, las ocho y media.Me coloco una camisa blanca de Evan que me queda hasta por debajo de los muslos antes de ir y saber quién demonios estaba tan enojado como para casi derribar la puerta.Me sujeto el cabello mientras camino por el pasillo de mi departamento, y en cuanto pongo la mano en la perilla y medio abro la puerta, me topo con la expresión de enojo de Carly.—Te he enviado mensajes de textos y te he llamado pero no me has respondido —dice solamente, luego se adentra.—Lo siento, no lo he escuchado —digo, cerrando la puerta algo confundida por
42CONTRADICCIONES—Carly queda descartada del asunto —digo, y Nicholas quien me observa desde el otro lado del escritorio frunce el ceño—. Ella no es más una que víctima de todo esto, que les quede a ambos grabado en la cabeza.Después de que Evan me dijo aquella locura, yo me quede sin respiración. Me negué totalmente a que mi mejor amiga sea la responsable de amenazas y sea quien le dice cada palabra que sale de mi boca a su padre, no, definitivamente no.—Entiendo que la defiendas, Nina, pero tenemos un video. No quería creerlo porque se lo importante que es ella para ti —habla Evan suavemente como amortiguando el golpe que esta por venir directamente al rostro sin piedad—. Si bien no pudieron identificarla por completo porque estaba demasiado lejos para nuestra mala fortuna, tenía sus mismos rasgos
43MI LUGARCualquier lugar me hubiera imaginado a donde me llevaría Evan pero nunca pensé que sería a una casa apartada de la sociedad. Mi novio me toma de la mano para guiarme hasta la puerta trasera de esta, no entendía porque simplemente no por la delantera, pero no se lo pregunté. Al entrar lo primero que se llevó toda mi atención fueron los juguetes esparcidos por el suelo. Camiones de bomberos, una grúa, una pizarra donde había escrito algunos garabatos pero que no se podía leer muy bien, unos pares de juegos de mesa, y consolas de videojuegos entre otros tanto. Pero lo que más sobresalía era el piano en el centro de la pequeña casa. —Evan… ¿Qué es todo esto? —mira con nostalgia a su alrededor. Luego me estrecha entre su
44 UN RECUERDO Y UN BAILE Mi atuendo no era la más sexy ni de cerca, si al menos tendría lencería debajo haría mucho mejor esto, pero al mirar la expresión de Evan al verme mover las caderas, deduzco que no era necesario. Deslizo mis manos sobre mi cuerpo y poco a poco comienzo a desvestirme solamente para él. Cabe destacar que se remueve en su silla, eso me saca una sonrisa, me encantaba tener el poder ahora mismo. Y al él también por lo visto. A medida que cada prenda de ropa cae al suelo, tengo la ligera sensación de que Evan no me va a permitir terminar con el baile, porque pareciera que saltaría sobre mí por lo inquieto que se veía. Sus penetrantes ojos azules se clavan en mí, se pasa la lengua por sus labios. —¿Ahora si me pagaras? —camino hacia él tomándome las cosas con calma por fuera, pero por dentro estaba ardiendo—. ¿O es que eres un taca