Sabía que por naturaleza los alfa eran muy posesivos y algo celosos, pero Adrián se comportaba más como la bestia que llevaba adentro. Desde que había sentido el olor de Joaquín en mi cuerpo, se volvió más sobreprotector de lo que ya era; cada vez que iba al trabajo, siempre me abrazaba tan fuerte que me envolvía con sus feromonas, aunque fue una batalla titánica para que darle mis motivos para no dejar el trabajo. Pese a que aceptó a regañadientes, después de varios pucheros y un: “No te besaré ni te abrazaré. Estoy molesto”, terminó aceptando. Cuando podía, besaba mi vientre o ponía su mano como si buscará algo o más bien a alguien. Me parecía demasiado extraño porque las y los omega recesivos están el mínimo por ciento de tener un embarazo. Algunos casos podían ser tanto el deseo de madre, que en realid
Hana abrió los ojos como platos luego de escuchar las palabras que salían de la boca de Adrián. Se enderezó de la cama donde iban a yacer, pero después de haber oído aquello, sus feromonas, que estaba utilizando para atraer a su alfa, ahora olían a inseguridad y a miedo. Adrián abrazó a su omega y besó su cabello. Ella se sentía protegida entre los brazos de su alfa.—¿Estás seguro de lo que dices? —indagó nerviosa mientras jugaba con sus manos.—Sabes que los alfa sabemos cuándo sus parejas están esperando familia. Desde hace unos días te había sentido algo diferente y tu olor cambió a durazno. ¡Amo el durazno! —sonrió alegre—. No puedo creer que ya vaya a ser padre. ¿No estás feliz?—Claro que estoy feliz, pero tengo miedo por lo que pueda pasar.Adri&aac
Scott sabía que Adrián podía ser mujeriego, bueno, al menos eso pensó al conocer a esa omega sin estatus en su vida. Tenía la elegancia de un pavo real, pero detrás de esa fachada tan galante se escondía un león o, más bien, el mismísimo demonio. El ambiente estaba tenso a causa de las feromonas de Adrián, quien estaba inundando todo el estudio. A pesar de que ambos eran de la misma sangre pura, sus feromonas estaban en aumento como si protegiera a su cachorro de las garras del enemigo. Los alfa, por su naturaleza protectora, luchaban con dientes y garras si lastimaban a su omega o a uno de sus cachorros, aunque en este caso no estuviera peleando por una cría, Adrián reflejaba la ira por haber lastimado a una de las personas más importantes en su vida. Masha no solo era su hermana menor, Adrián la consideraba como una hija por su carácter dulce y frágil. Scott era consciente de que él no tendría misericordia con su persona. Se acercó en dos zancadas hacia donde él estaba mientras to
Un mes después…Hana estaba sonriendo tranquila mientras servía unas tazas de café para los invitados de su pequeño apartamento que compartía con su pareja. Todos los Lemietre estaban celebrando la salida de Masha del hospital, aunque para a Bryan fue una lucha, ya que tuvo que proteger a su pareja con abrazos y besos para tranquilizarla en sus ataques, todo mejoró para bien, y ya Masha había vuelto a ser la misma de siempre. Kevin llevó unos bocadillos que había preparado con Silvia, en eso escucharon la puerta de su apartamento abrirse. Todos se escondieron para darle la sorpresa a Masha. Escucharon unos pasos y gritaron un: “¡Bienvenida, Masha!”. Bryan fue el primero en gruñir al abrazar a su pareja pensando que era alguien más, pero al ver que eran ellos, se tranquilizó. La joven sonrió de manera cálida y abrazó a sus dos hermanos, por último a su hermana, quién tomó el primer vuelo de Escocia a Nueva York para ver el estado de su hermana menor. Conversaron como si nada pa
Hana sabía que estaba jugando con fuego, pero una parte de ella quería saber las intenciones que escondía aquella sonrisa despreocupada que mostraba Joaquín. Sabía que él tampoco era de fiar como quería hacerle mostrar, así como tenía conocimiento de que estaría en grandes y maravillosos problemas si Adrián se daba cuenta que estaba en la boca del lobo feroz. Algo en su vientre se movió con miedo, lo que la hizo sentir nerviosa. Aunque sus dos frijolitos eran aún pequeños, podían sentir la ansiedad de la madre. Trató de respirar para controlarse, Joaquín la observó de reojo y vio una sonrisa en sus labios.—¿Me tienes miedo, mi pequeña omega? —Hizo brincar de su lugar a Hana por la cercanía—. Yo nunca te lastimaría. ¡Jamás, Hana!Hana apartó el rostro y vio que el auto se hab&iacu
JoaquínSer un alfa siempre tenía sus ventajas y desventajas a la vez. Atraía la mirada de cientos de personas sobre mí esperando el momento correcto de hacer algo malo, ser la burla y la habladuría, hasta que conocieran a otro para calmar su sed de arruinar a más pobres canallas de sus lenguas. La empresa de mi papá era una herencia que venía desde cuatros generaciones y que él mantuvo en lo alto como lo hicieron los demás. Sabía que esa responsabilidad también recaería sobre mí. Ya estaba harto de ser perfecto y de mostrar algo que no era; la única persona que no me hacía sentir tan miserable era mi hermosa hermana Analía. Ella era mi omega perfecta. Siempre amé a Analía desde que era un niño hasta la edad adulta. Sabía que lo que sentía por ella no era un amor de hermano común, pero anhelaba siempre guardar su inoc
Hana sintió que en cualquier momento su corazón podría salir de su boca, estaba nerviosa y sus cachorros lo estaban sintiendo de mi primera mano, pues sentían todas las sensaciones que vivía. Escuchó el ruido del auto detenerse y abrieron la puerta. Una mano fría la sacó a la fuerza. Tenía los ojos vendados, así que no sabía exactamente en dónde estaba. Un olor a madera le provocó algo de náuseas. De repente, las vendas se las quitaron; Hana observó todo el lugar y se percató que estaba en una biblioteca antigua. Caminó con curiosidad hasta que se encontró un cuadro grande. Se sorprendió al ver la imagen de una hermosa mujer de cabello rojo y de sonrisa suave. La otra parte de la pintura estaba rasgada, se acercó más y vio que era Adrián. Abrió mucho sus orbes al ver la expresión serena del hombre que amaba. Aunque le
Adrián estaba pálido. Sus ojos se abrieron de par en par como cortinas en un día soleado, su respiración se volvió errática y su cuerpo estaba pesado. Sabía que Analía estaba muerta, él mismo la vio caer al suelo mientras se ahogaba en su propia sangre. Sin embargo, ahí estaba ella con el vestido del día de su boda y sus luceros tan radiantes como unas gemas. Sacudió su cabeza y se dio cuenta de lo que realmente estaba pasando. Ella no era Analía, era su omega Hana, la persona de la cual se enamoró de nuevo y que le había vuelto a abrir los orbes para darle de nuevo una oportunidad de amar, más ahora que ella que llevaba en su vientre a sus dos cachorros. Adrián observó cómo el cuerpo de Hana temblaba del miedo de lo que sea que podía hacer ese demente. Se acercó con paso suave hacia él, pero Joaquín movió su cabeza c
Dos semanas después…Después del incidente en la casa de Joaquín, la noticia cayó como balde de agua fría para algunos empresarios al darse cuenta del suicidio del papá de ese hombre. Todo el mundo aún seguía anonadado por lo que sucedió, pero la muerte de esa familia quedó como una historia de terror. El hogar nadie la compró.Esa tarde había acompañado a Adrián a dejar un ramo de flores en la tumba en donde descansaba Analía; todavía se miraba la tristeza en sus ojos al ver el lugar. Sin embargo, sonrió y besó mi mano.Mi panza crecía cada día más. Mis cachorros se movían emocionados cuando sentían a su padre cerca. No me arrepentía de haber elegido a Adrián, es más, estaba agradecida en la forma en que lo conocí, pero lo que aún me tenía preocupada era