Mirian vio en el hombre algo muy diferente. Parecía otra persona, y no el joven apacible que siempre había visto.

Un hombre tímido que llegó hace tres años a su restaurante donde apenas acababa de recibirse como chef, ella al verlo le gusto su pasividad y disposición para trabajar. Por eso ella misma trató de alguna forma de que su hija se relacionara con él, pero que engañada estaba, qué mal había juzgado a la persona que tenía frente a ella. Este hombre está muy descompuesto y le causa mucho miedo.

Ella tragó y humedece los labios. Podía sentir como una corriente maligna la rodeaba desde las piernas y se le entumecen las manos que agarraba con fuerza la puerta.

- ¡Vete, Jacob! - le dijo con voz tranquila. Se obligaba a demostrarle serenidad, aunque estaba muy asustada. Por nada se mostraría con miedo ante aquel extraño hombre.

Ell