Me sentía tranquila y eso me hizo feliz.
—llegamos por fin —Dax detuvo el auto frente a una enorme casa de color azul y todos la miramos con atención.
Es hermosa, con el jardín lleno de flores, es una casa un poco apartada de la ciudad, supongo que siempre es así por si ocurre alguna transformación inesperada o algún ataque.
—entren, estaremos aquí un tiempo —sentenció mi hermano Jack.
Suspire aliviada y nerviosa, mientras pensaba en sí en verdad sería capaz de empezar de nuevo.
—el lugar es muy bonito —susurro Ivonne a mi lado.
Me encontraba en una de las habitaciones de la casa pero no pude poner atención a mi alrededor pues sentía que me partían en dos.Era algo indescriptible, un dolor sumamente fuerte que aturdia todos tus sentidos, mis ojos no podían más y poco a poco mi cuerpo fue cediendo ala oscuridad.—no Amelie, no cierres los ojos —escuché la suplica de mi hermano pero no podía más.Me encontraba nuevamente en la casa de Leroy, la luna iluminaba todo el bosque y yo me sentí atraída por eso, así que camine por todo el bosque disfrutando de la vista que me ofrecía cuando de repente algo capto mi atención.A lo lejos podía ver una silueta moverse m
—no puedo creer que estés aquí después de todo lo que le as hecho —escupió mi hermano con rabia.—ella me necesita y lo sabes —podía reconocer esa voz en cualquier lugar, Leroy.Escuche pasos que se acercaban más y más pero después todo fue un silencio.—no te queremos cerca de ella —Ivonne hablo segura.—saben que no pueden impedirlo, ella es mi luna —Leroy se controlaba en sus palabras.—¿te atreves a decirle luna? Después de lo que pasó
Me preguntaba si había hecho lo corrector al volver con Leroy, somos mates no podemos evitarlo o al menos eso me decía a mi misma tratando de consolarme.—¿Estas bien? —me pregunto Ivonne mientras miraba por la ventana.—claro —respondí sin verla.Miraba alas chicas caminando con sus cuadernos en sus manos, me gustaría poder ser alguna de ellas, ya saben ir ala universidad, tener una vida sencilla pero no podría tenerla aunque quisiera.—tienes que aceptar lo que eres, no puedes cambiarlo —me hablo mi loba.—lose es solo que... No lose, tengo miedo sup
El bosque se esparcia a mi alrededor como aire fresco, la brisa acariciaba mi rostro de manera fina y especial.Vislumbre una silueta detrás de un árbol y algo en mi interior se estremeció, tenía miedo mucho miedo.—no tienes buenos sueños últimamente, por lo que veo —su voz me era familiar.—déjame sola —apenas y podía articular una palabra, sentía como casa poro de mi piel se erizaba.—Alek viene pronto y... Debes controlarte —salio de las sombras y descubrió su rostro dejandome admirarlo,
Mi cabeza daba vueltas y solo pude abrir mis ojos lentamente mientras reaccionaba a mi alrededor.Me levante de golpe al recordar todo lo sucedido e intente levantarme pero era inútil, me sentía muy débil y podía sentir como las cadenas rozaban en mis piernas y brazos, me encontraba en una celda de mal aspecto, húmedo y muy oscuro.—despertaste —una voz interrumpió mis pensamientos.El miedo se apoderó de mi y trate de alejarme torpemente pero algo sostuvo mis manos, unas manos calidas sujetaron las mías y yo traté de soltarme pero me sujeto con más fuerza, entrecerre los ojos para tratar de ver de quien se trataba pero no podía verle.—tranquila —susurr
Luka me libero de las cadenas y acaricio mis muñecas tratando de aliviar el dolor que sentía, no sabía como reaccionar, ¿que se supone que diga? ¿Gracias por tenerme aquí encerrada y liberarme de las cadenas?—no confío en ti —dije tajante.—no espero que lo hagas —respondió levantando una ceja mientras me miraba divertido.—dejame salir Luka, por favor —quería desesperadamente salir de aquel lugar y encontrarme con Leroy y mi familia.—el castillo esta repleto de guardianes, no es tan fácil Amelie —su mirada parecía sincera al igual que s
—¡¿que le han hecho?! ¡Sueltalo! —exigí frenética mientras me acercaba a el.—quedate quieta o lo mato aquí mismo —dijo el hombre que lo tenía en sus manos.Convertí mis manos en puño mientras cerraba mis ojos resignada, todo había fracasado.—no, Amelie... Corre —dijo el recobrando la conciencia.—estarás bien Leroy, no debiste haber venido —sentía como mi corazón se que rara en mi pedazos al verlo de aquella manera, tan débil y vulnerable.—no, Amelie te voy a sacar d
Alek tomó mi brazo y me empujó contra un librero, sus pupilas se dilataron como si acaba de ver el premio mayor.—por fin seré gobernante —siseo para si mismo.Luka estaba detrás de él y sólo Convertí sus manos en puño mientras lo miraba detenidamente.Había un mesa grande en medio de la habitación, con una copa dorada.—traela —ordenó Alek. —¡no! —chile.Con todas mis fuerzas lo empuje lejos de mi, y gruñi en respuesta pues no dejaría que me hiciera daño.