Soy adicto al trabajo

Comenzaron las vacaciones.

Estuvimos en Zermatt y en Verbier, luego pasamos 3 días en Champery.

Dos semanas completas que distribuimos entre los 3 centros de esquí que más nos gustaban, de paso cambiamos de ambiente y no repetimos mujeres.

Sin embargo, debo confesar que mil veces tomé el celular y marqué el número de teléfono de Valeria.

No es que dejé de tener a otras mujeres en mis brazos, las tuve y a raudales, aunque con ninguna me desesperé y quise hacerlo como un animal sin límites como con Valeria.

Siento que ella, simplemente, es mágica.

Eso hasta que me saque bien las ganas.

¿Qué estará haciendo?

Me encantaría tenerla debajo mío y sentir su piel.

Unirme a ella de manera tal que seamos solo uno.

Quisiera amanecer con ella, pegado a ella, dormirme en su pecho, deslizar mis manos, mientras duermo y sentir su cuerpo.

Mis amigos no entienden la sensación maravillosa que me produce estar con ella.

La extrañaba, nadie me acomodaba mi ropa como ella, el nudo de