Alexandra estaba nerviosa, no comprendía hacia donde querian llegar Viktor y Nikolay, pero estaba dispuesta a escucharlos, de todas formas no tenía demasiadas alternativas, y con su pierna rota no podía llegar a ningún lado aunque quisiera.
— ¿Debería preocuparme por lo que van a decir? — preguntó mirando a Viktor, que lucía cansado, el negó mientras se daba la vuelta y se acercaba a ella, apyando su cabeza en el muslo de Alexandra, que acaridió su cabello humedo
— Lo ultimo que Kolya y yo queremos es estresarte — explicó — pero él tiene que regresar a Rusia en unos días, y tenemos que decidir que haremos de ahora en adelante
— ¿De que...? — Viktor no la dejó terminar, la interrumpió con un ligero beso en los labios
— Querías que te demostrara si quería o no algo contigo — le re
Una vez fuera de la ducha, Alexandra se sentía mucho mejor, especialmente luego de la charla con su madre, porque sí, habia decidio finalmente que Anastasia se merecía ser llamad su madre, incluso si antes no se habían vinvulado de tal manera que ella lo notara, siempre había actuado como una madre, simplemente no le había permitido serlo.Con cuidado de no lastimarla, la ayudó a recostarse de nuevo en la cama, poniendo un par de almohadas en su espalda, se había puesto una pijama corta, debido al yeso en su pierna, había olvidado lo incomodo que era tener los huesos rotos, pero solo podía esperar a que todo pasara.Alguien tocó la puerta de la habitación y su madre fue a abrirla rapidamente, la imagen que la recibió fue completamente enternecedora, Nikolay tenía una bolsa llena de lo que parecían ser cosas para el gato y Viktor, tenía al gato en sus br
Viktor sabía que su hermano estaba cabreado, cuando salió de la habitación de Alexandra, había sentido una incomodidad palpable al ver su hermano que estaba tomando de forma agresiva — ¿Estás bien? — prguntó, durante las ultimas semanas habían intentado establecer varias conversaciones que no estuvieran directamente relacionadas con sus plnes o con Alexadra, pero la epresión en el rostro de su hermano era de miedo, y él no estaba en condiciones para enfrentarlo, Nikolay lo fulminó con la mirada — Estoy intentando controlarme, así que no me toques las pelotas — gruñó el rubio, ante lo que Viktor puso los ojos en blanco, consciente de que su hermano solo sería un gilipollas durante un tiempo, pero sabía que era capaz de molerlo a golpes en su estado actual, había podido con Klaus, así que no tenía demasiadas esperanzas con sus costillas rotas. — ¿Realmente creías que te perdonaría luego de que apareciste de la nada? — preguntó, tal vez era meter un dedo e
Monica los guió hacia una especie de cabaña / hangar en la que habpian cerca de quince guardias esperando con enormes rifles de caza, lo que hizo que Alexandra se estremeciera ligeramente, a demás del frío por supuesto, aunque estaba abrigada, sentía su nariz completamente congelada en el viaje de cinco minutos del avión a la cabaña.La mujer señaló una mesa, dispuesta con un par de tazas de chocolate caliente y bizcochos, lo que ambos agradecieron, Viktor tomó la silla de ruedas y la ubicó junto a él mientras miraba a Monica, la mujer parecía amable pero agitada mientras se sentaba frente a ellos.— Es un placer tenerlos con nosotros — aseguró ella de nuevo, señalando las tazas de chocolate, Alexandra aceptó la oferta sin pensarlo demasiado, Monica tomó otra taza para ella — Seguro se estarán preguntado por los guardias
Viktor cerró los ojos y apoyó la cabeza contra el vidrio de la ventada de su habitación, Romeo maulló llamando su atención, el odiaba Alaska, le traía demasiados recuerdos que prefería mantener ocultos en un rincón de su mente — ¿Como vamos a sobrevivir con estas mujeres? — preguntó a su mascota mientras lo recogia del piso, el animal ronroneó mientras mordisqueaba juguetonamente los dedos de Viktor, que caminó de regreso a la habitación de Alexandra, había revisado cada centimetro de la casa y estaba impresionado por la cantidad de dinero que su hermano debía haber gastado en toda esa protección. Alexandra estaba esperando pacientemente en la cama, su rostro seguía amoratado per la hinchazón había disminuido lo suficiente como para ver nuevamente sus facciones, la cicatriz en su frente definitivamente dejaría una marca, Stella, parecía no estar demasiado contenta con el clima, por lo que estaba completamente cubierta con mantas — ¿Lista para tu baño? —
Durante el primer mes en la cabaña, acostumbrarse a la rutina había sido complicado. Aunque Alexandra aún tenía que estar en la silla de ruedas, empezaba a mejorar fisicamente, pero Viktor notaba que a pesar de todo, seguía siendo distante, luego de haber sido rescatada ella había estado receptiva y casi anhelante de su cercanía, incluso la de su hermano, lo que si bien le había extrañado, no le molestaba. Pero finalmente estaba sucediendo lo que él había esperado, la esuchaba gritar en las noches con las pesadillas, pero ella le alejaba tan pronto como iba en su ayuda, el pánico y el dolor en los ojos verdes de la mujer le hacían doler el corazón, aunque estaba intentando alimentarla decentemente, se veía delgada, no comía demasiado, solo picoteaba y luego parecía desvancerse en sus pensamientos a diario. Incluso si habían intentado conseguir algún tipo de conexión...el sabía que había sido abusada, y no era un camino facil que recorrer, él estaba allí, dispuesto a
Alexandra se despertó de la pesadilla con la sensación de pesadez en su cuerpo, temiendo que su corazón saliera de su pecho debido a la fuerza de sus latidos. Se incorporó lentamente y notó el familiar peso de Romeo en su abdomen, el gato parecía haberla elegido a ella por encima de su dueño, lo que de cierta forma le parecía divertido, aunque el gato era un mimado, Stella la miraba desde su cama a un lado de la puerta, la gata era toda una diva y le gustaba tener el acolchonado para ella sola, ambos animales parecían notar su incomodidad.Suspirando y restregandose el rostro para terminar de apartar los rastros del sueño de sus ojos, pensó en llamar a Viktor, ella sabía que el hombre estaría en la habitación en menos de un minuto, pero algo la detenía, durante los ultimos dos meses que habían estado encerrados en aquella cabaña, ella había empez
Alexandra abrió los ojos y de inemediato notó la mirada de Viktor sobre ella, el hombre estaba mirandola fijamente, y acariciando su rostro con gentileza, en cuanto los ojos de ella se abrieron, la mano se detuvo y se apartó lo suficiente como para que ella pudiera verla frente a ella.- ¿Llevas mucho tiempo despierto?- preguntó ella, tomando su mano, acariciando delicadamente los callos en los dedos del hombre, que parecía perdido en sus pensamientos, carraspeó- No duermo demasiado - le recordó el en cambio, el hombre parecía pensativo y casi distante, en comparación a la noche anterior, por lo que ella intentó incorporarse ligeramente- ¿Puedo pedirte algo? - preguntó, Viktor asintió, ella no conseguía identificar que sucedía en la mente del hombre, pero se sentía curiosamente atraida por su forma seria de mirarla en aquel momento<
Nikolay hizo una mueca de dolor mientras se dejaba caer en la mesa del hangar, llevaba dos días esperando a que el idiota de su hermano apareciera, o al menos alguno de sus hombres. Estaba herido y congelandose, aunque había conseguido deshacerse de los enemigos de su hermano, lo habían atacado tan pronto como había puesto un pie en America, y desde entonces había estado a huyendo, se había obligado a mantenerse en pie durante una semana, no tenía huesos rotos, pero si un corte en su pierna que sangraba profusamente, y estaba convencido de que perdería la pierna si no conseguía asistencia, le había costado llegar hasta ese lugar, pero no conocía el resto del camino, así que tendría que esperar a que su hermano saliera por provisiones, o que sus hombres cambiaran de turno. Pero antes de que pudiera realmente armar un plan, se había encontrado luchando por mantenerse consciente mientras comía una lata de atún de las proviciones que habpian dejado para su herm