Pasado.El príncipe Mejías Primero fue expulsado indignamente del reino, del planeta Loto por traición. Sin embargo, la venganza que prepara se llevara la vida de millones. La reina Luna será su aliada, pero ella omitirá lo que es en verdad su hijo. Se convirtió en un monstruo por amar a la misma mujer que su hermano. -Secuestrare a Marte y se la devolveré en pedazos, así como me sentí yo al ser desterrado de Loto – hablo con voz firme frente a su cómplice, Rocco el vengador fantasma. Fiel amigo de los reyes de Loto, pero corrompido por la ambición de tener en sus manos el poder de la gema Rosa. Recuperar a su hijo del pasado que no puedes atravesar como si nada, al menos que tenga un motivo valido sino tu alma quedara atrapada en el corazón de la gema. -Príncipe no cree que lo más prudente es esperar que las aguas se calmen porque Marte ya lleva en su vientre dos vidas, matarla sería un crimen del que nadie puede escapar. Mejías pensaba bien esas palabras. Tampoco quería ser aho
Pasado.El planeta Loto contaba los días para el nacimiento de los futuros herederos al trono. Marte sentía las pataditas de sus hijos, el movimiento brusco que a veces le impedía dormir con normalidad y las contracciones no le daban tregua. Su corazón se mantenía feliz mientras que la reina Luna los ignoraba con recelo. El rey Neptuno le hizo un pedido al que no se pudo reusar, mantenerse alejada de su esposa e hijos hasta que las aguas se calmaran. Neptuno no lo admitía, pero tenía miedo que el odio cegara a su madre y quisiera hacerle daño. Sin embargo, él no estaba dispuesto a correr el riesgo y prefería prevenir que lamentar. Su confianza se había reducido en Nude, el comandante de su ejército; Antón, su consejero real y Rocco, que se disfrazaba siendo el enemigo en persona. Ubicado en su cetro daban su opinión sobre un nuevo sacrificio en honor a sus hijos que pronto los tendrían en sus brazos. - ¿Qué les parece si hacemos un sacrificio a la diosa Blanca para que ilumine a m
Pasado.El príncipe Mejías orquestaba su venganza con la reina Luna y Rocco, que cada vez le era más difícil no revelarse contra el rey Neptuno. Los rumores de un complot se hacían más fuerte e inquietaba a su pueblo, pero procuraba no perder el control de sus impulsos y el único sospechoso es su hermano. Neptuno sabía que estoy pasaría. Mejías se alzaría creando un ejército, pero lo que no se imaginaba es que el verdadero traidor permanecía a su lado. Adén preparaba un hechizo que le permitiera entrar en Loto sin ser visto. Ya casi estaba listo, sin embargo, el príncipe no tenía la suficiente paciencia para esperar. Los desterrados querían venganza y no eran capaz de aguardar el momento oportuno. Todos tenían en común su odio hacia personas inocentes que pagaran por no saber perder. Mejías iba de un lado a otro, pensaba y enfurecía porque nada salía como él quería. Su madre no puede dar con las otras dos piedras, incumplirle a Rocco significaba muerte. Él lo mataría o al revés.
Pasado.Llego el día. Marte está apunto de experimentar uno de los dolores más difícil de soportar al traer un hijo al universo, pero no es uno. Son dos. Su esposo el rey Neptuno con paños húmedos seca su frente. Ella puja con todas sus fuerzas apretando sus dientes y cerrando sus ojos. Cajan es una curandera que siempre se ha especializado en atender mujeres embarazas considerándola una de la más experimentadas. Cajan mojaba trapos y los chaguaba en una fuente cerca de la cama. Marte permanecía con las piernas elevadas mientras la curandera acomodaba todo lo necesario para el parto. -Bien. Ya estamos listo para recibir a las niñas – sonreía subiéndose su vestido y colocándose entre ambas piernas, la esposa del rey ya no aguantaba los dolores, se le notaba en la cara que solo era cuestión de tiempo para que comience el trabajo más infernal de su vida. -Tranquila cariño todo saldrá bien – Neptuno trataba de tranquilizarla, pero sus palabras no ayudaban, apretó su mano y juntos grit
Pasado.El nacimiento de las niñas trajo mucha felicidad a los habitantes de Loto. Todos se reunieron alrededor de Turman para darle las bendiciones correspondientes. Mientras la reina Luna observaba a la multitud con molestia desde su ventana en la torre blanca lejos de su hijo, no podía asimilar que todos adoraban a las niñas y a ella la habían apartado de su lado. -Esa inmunda de cabello de fuego se robó todo lo que tenía… - dijo con impotencia entre sollozos – pero no permitiré que te quedes con lo que me pertenece por derecho. Ese trono nunca será de tus hijas, nunca. Sus murmuro se perdían entre las paredes de color ocre. Ese sitio se había convertido en su habitación luego de apoyar a su hijo menor, se reducía a soledad y tristeza. Después de dar tantas vueltas sobre la alfombra roja que le hizo recordar a Marte, tomo un cuchillo de la charola de plata donde estaba su comida, de la cual no probo ni un bocado. Empezó a hacer tajos hasta deshilacharla quedando totalmente dest
Miurse se retorcía de dolor, sin embargo, lograron sacarlo a tiempo de que llegara esa bestia de aspecto horroroso. Sakí estaba en lo cierto cuando dijo que sus vidas corrían peligro, pero su imaginación se quedó corta en comparación con lo vivido hasta el momento.-Ahora tendremos que esperar para que se regenere y sane sus heridas – Horón lo sujetaba de su cabeza y Rojo de las patas traseras alejándose del lago negro – El arco de la prosperidad se encuentra a unos dos kilómetros de distancia – aseguraba el ex consejero del rey Zodian.-Teniendo en cuenta que casi muero por segunda vez creo que es mejor descansar – sugirió Pluto sosteniéndose de los árboles que escasa sombra proporcionaban ya que sus hojas lucían quemadas, cortadas y se caían con el simple movimiento del aire.- ¿Dónde estamos exactamente? – preguntó la chica recargándose en una piedra, que al mínimo roce hizo chispas. - ¿Qué rayos fue eso? Este planeta es muy extraño.-Aun no vieron nada – susurro Horón mirando a su
Pasado. Fena no conseguía calmarse. Antón, su esposo no lograba calmarla con nada. Se sentía desesperado y temía por la vida de su amada. -Fena puedes calmarte por favor – pidió casi en pánico - ¿Qué hizo la reina Luna para que te alteraras de ese modo?Inhalaba y exhalaba aire tratando de llevar calma a su corazón. Entendió que si no se calmaba no podría ayudar al rey y a su esposa. -Luna me solicito que debía darle muerte a la reina Marte – no vacilo al hablar sintiendo deshacerse de un gran peso de encima – y también me dio esto. Le mostro un frasco de hiedra del diablo y a Antón se le desorbitaron los ojos, que debió sostenerse de la mesa para no caerse. Se habían trasladado hasta ahí para que no interrumpieran la felicidad de los reyes en la sala del trono. -Hay que evitarlo – afirma empuñando su espada – Hay que advertirles. -Lo sé por eso salí corriendo cuando me hizo entrega del veneno y creo que lleva algo más por su color. -Esa hierba es difícil de encontrar sino vas
Pasado.El príncipe Mejías iba rumbo a encontrarse con el rey Sol, un aliado, más que poderoso para obtener su venganza, pero convencerlo sería difícil. -La reina Luna ¿ya trajo los anillos de la piedra rosa? – interrogo Adén con voz cargada de malas intenciones. Mejías lo observaba furiosamente, en sus orbes amarillos había una ira contenida por no saber nada al respeto, sin embargo, no podía retrasar su viaje ya que es muy importante reunirse con su amigo. -No he tenido novedad de su parte – dijo confiando que a su regreso eso este resuelto – pero apelo al buen juicio de mi madre y cumpla con la parte de su trato. Adén ya sabía lo sucedido en el castillo, pero aun no era el momento adecuado para contárselo o perdería a un valioso aliado sino llegaba al cosmos azul. -Bien, entonces, esperaremos. Adén, brujo de profesión y conocedor de muchas tretas para quedarse con lo que siempre quiso acompañaría al Mejías por mera curiosidad. Conocer a los que estaban de su lado, en la causa