Capítulo 31

Sube las escaleras totalmente devastado y se encierra en su habitación sin querer hablar con nadie. Ni siquiera contesta los mensajes que Adela le envía, muy angustiada.

“Nico, ¡por favor! ¡Contéstame! Solo quiero saber si estás bien”

“Deje tu comida en el microondas, ya estoy yéndome al trabajo, todos nos vamos, así que cuando quieras ve a la cocina”

“Espero que más tarde puedas contarme lo que sucede. Buenas noches”

Poco después guiado más por el hambre que la necesidad de querer estar solo, se dirige a la habitación y come el rico arroz con pato que Adela había preparado, sin duda sus manos eran mágicas.

Instantes después regresa a su habitación y se prepara para ir a trabajar. Necesitaba pensar en algo más que no seas las am
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