Una semana después, Sasha salió de la sala de conferencias con Janet, Agnes, Agatha y Marilyn. Todos la estaban molestando para que contara cómo era su vida con Michael. Toda la presión ha sido por el hecho de que ayer Michael la recogió del trabajo y por la sonrisa constante que siempre había en su rostro. La siguieron a su oficina y se apiñaron alrededor de su escritorio mientras Sasha se sentaba, sonriendo mientras miraba sus caras una tras otra.
—¿Qué quieren las chicas?—El jugo caliente, échalo niña— instó Agatha y el resto asintió.—La vida está siendo buena honestamente— sonrió mientras tomaba su teléfono, vio la hora e inmediatamente se puso de pie —chicas, lo siento, continuaremos esta conversación en otro momento, tengo que irme ahora.—¿A dónde?— preguntó Janet.—Escuché hablar a Michael y Gary hoy. Michael irá a rehabilitación para ver a su médico y quiero sorprenderlo presentándome, me he perdido muchas de sus sesiones, pero ya no quiero hacerlo. DCuando Michael recibió el mensaje de texto de Sasha, algo le dijo que las cosas no estaban bien. Lo sintió profundamente en sus huesos y eso es porque no podía recordar la última vez que Sasha le envió un mensaje de texto. Llamó a Gary y le dijo que preparara el auto. Apagó su computadora y salió de su oficina, encontrándose con Gary en el estacionamiento.—¿A dónde quiere ir?—Casa.—¿Hay alguna razón o tal vez algo anda mal?—No lo sé. Sasha me envió un mensaje de texto diciendo que quiere verme en casa.—¿Crees que algo anda mal? Quiero decir, si ella no puede esperar a que regreses por la noche.—Michael exhaló un suspiro y negó con la cabeza lentamente, también pensó que era extraño y tampoco sabía por qué se sentía nervioso. Su vida durante el último mes había sido vivida en felicidad, el tipo de felicidad que nunca antes había experimentado y ahora tiene la aterradora sensación de que estaba a punto de perderla.Gary subió al auto después de
Sasha miró fijamente a Janet, su mente enloqueció.—Te dije la hora sin números para decirle cómo te sientes. Quién sabe, tal vez te hubiera dicho que estaba caminando si supiera que lo amas y no tendría que pensar que estás solo con él porque no camina.—Yo... yo... yo no lo pensé así.—Por supuesto, porque eres muy rápida al tomar una decisión—. Sasha no dijo nada, sus ojos se llenaron de lágrimas. Janet vio su figura solitaria y suspiró, se acercó a ella y la abrazó, —está bien, encontraremos una manera de corregir lo que está mal, está bien.—¿De verdad crees que me ama?—Creo que te ama, pero a juzgar por la clase de hombre que es, creo que le resulta difícil decírtelo y ahora que ustedes dos han firmado los papeles del divorcio, podría enterrar los sentimientos en su corazón para morir con eso.—¿Qué voy a hacer entonces, cómo puedo estar seguro de que me ama?—Entonces corre el riesgo de averiguarlo.***Cuatro días después, Sasha se levantó de la c
“¡Mi querida Sasha!”Sasha tragó saliva cuando vio las palabras, su corazón dio un vuelco, sus dedos temblaron. Sus ojos se fijaron en las tres palabras, catorce letras, querida Sasha, ¿Él... él... la llamó querida Sasha?No había otra letra ni palabra en la página de nuevo, consiguió que sus dedos temblorosos pasaran la página y ahí fue donde vio la página completa escrita con la letra de un niño de doce o trece años. Respiró hondo y comenzó a leer.“¡Querida abuela!Desde tu muerte, la vida ya no tiene sentido. Mamá está haciendo todo lo posible, pero no es lo mismo, te extraño mucho y no puedo dejar de desear que regreses, a pesar de que mamá dijo que ahora estás en un lugar mejor.Mi cumpleaños es la próxima semana y mamá está planeando una fiesta de cumpleaños para mí. Sabes lo mucho que odio mis cumpleaños y eres la única que me hace disfrutarlo un poco.Extraño mucho hablar contigo, así que obtuve este diario, sé que no lo estarás leyendo, pero a
Sasha siempre pensó que estaba locamente enamorada de Michael, pero solo ahora se dio cuenta de que él la ama más de lo que ella lo ama a él. Él le había sido fiel, nunca tuvo novia, nunca amó a otra, aunque no sabe si ella alguna vez lo amará, nunca dejó de amarla, pero tal vez la odió por los desamores que ella le había traído.No es de extrañar que la tratara mal el año pasado, pero no importa lo mal que la trató, ella se merecía todo. Ella merece cualquier dolor que él le haya traído porque nunca equivaldrá a los dolores que ella le trajo a él y los dolores que ella le sigue trayendo.Suavemente abrió el sobre, tratándolo como un huevo mientras sacaba la carta, lo desdobló con manos temblorosas y se preguntó qué dulces palabras podría haber escrito en él. Estaba impaciente por leerlo pero al mismo tiempo nerviosa, respiró hondo antes de dejar que sus ojos se posaran en las palabras.“¡Mi querido Sasha!Es posible que las palabras no transmitan realmente e
Eso hizo que todos miraran a Sasha quien estaba sorprendida. No esperaba que el gerente supiera quién es o quién era, a juzgar por el hecho de que se ha divorciado de Michael. Aunque no se ha dado a conocer la noticia.—Lo siento mucho señora, por favor perdónelos, simplemente no sabían quién es usted—, se disculpó el gerente.—Está bien. Solo quiero ver a tu jefe.—Muy bien señora, ha estado en su suite desde que llegó aquí. ¿Sabe que está aquí?— Sasha negó con la cabeza. —Está bien, te traeré mi tarjeta para su habitación, ¿o tienes la tuya?— preguntó, pero cuando Sasha no dijo nada se rio torpemente, —Lo siento, debo haber olvidado que solo hay tres. Por favor espérame—, se fue inmediatamente a su oficina.Sasha se puso de pie y dejó que los ojos de la recepcionista y los seguridades, así como todos los demás, la perforaran. El gerente regresó poco después con la tarjeta que le pasó a Sasha sin olvidarse de pedirle perdón nuevamente. Él amaba su trabajo.Sash
Sasha besó a Michael una y otra vez, y otra vez, sin querer dejarla ir tampoco él, pero el sonido de gruñido proveniente de su estómago interrumpió el momento. Al principio, Michael estaba confundido de dónde venía el sonido hasta que retumbó de nuevo y Sasha se rio.—Supongo que no importa lo feliz que sea, mi estómago no puede olvidar que no he comido.—Vamos a traerte algo de comer entonces. No puedo permitir que te mueras antes de que yo te tenga a ti— le quitó mechones de cabello de la cara que colocó detrás de su oreja —si es así, entonces desearé que este día nunca ocurrió.— Sasha se rio entre dientes.—Ahora que lo pienso, hoy es domingo. Podemos empezar yendo a la iglesia juntos.—Me encantaría, pero ¿sabes la hora?—Oh. No hay servicio de la iglesia todavía.—Oye, no te preocupes, tenemos muchos domingos en camino. ¿Verdad?— Preguntó solo para estar seguro.—¿Qué piensas?— lo besó de nuevo —pero se supone que ahora debo matarte.—¿Qué?
Sasha se dejó caer sobre la cama en la habitación que estaba segura que era la habitación de Michael, su pensamiento volvió a todo lo que acababa de suceder, todo se sintió como un sueño sereno. Hace cuatro días, le gritaba a Michael que quería el divorcio, cuatro días después, se declaran amor el uno al otro. Si era un sueño, no quería despertar.Pensó en lo que diría Janet cuando se enterara de todo y en que había tenido razón. Ella se rio entre dientes al pensar en su cara de sorpresa y buscó su teléfono para llamarla, lo sacó del bolsillo de su pantalón y marcó su número al que respondió casi de inmediato.—Oye niña, siento lo de hoy. ¿Qué tal si te compenso? Iré a recogerte esta noche.—No me encontrarás en casa.—¿Vas a algún lugar?— preguntó Janet.—No.—¿Entonces?—Estoy con Michael.—¡Cállate!— Sasha se rio.—Lo digo en serio.—Dime todo el jugo que lo acompaña. Vamos, ahora.—Vi algo de ropa en su armario y subí al ático a buscar una caja,
Michael se rio y la tomó en sus brazos, enterró su rostro en su cabello.—Solo menciona a dónde quieres ir y estaremos allí— dijo en un tono sexy que le dio una sensación de hormigueo. Ella se soltó de sus brazos para evitar abalanzarse sobre él, sólo ahora recordó que había pasado mucho tiempo con alguien y temía por ella misma no controlarlo—esta noche iremos a algún lado.—¿Dónde?—Termina tu comida— se puso de pie.—¡Oye!— Sasha hizo un puchero.—Lo sabrás cuando lleguemos— sonrió y besó la punta de su nariz.Todo el cuerpo de Sasha tembló.—¿Qué haremos antes de esa hora entonces?— Gary se aclaró la garganta, contento de estar a punto de irse antes de escuchar algo más.—Ya me voy, jefe. Adiós señ