Mi terquedad surgió de repente, esa era la primera vez que tenía un desacuerdo con Ivanna.

—¿Sabes por qué digo estas cosas? —le pregunté a Ivanna, mirándola fijamente.

—No estoy tratando de complacerte. Cuando digo que él y Valeria no son adecuados en mi opinión, es porque Valeria y Raúl son demasiado similares. Lo suyo no es amor, es complicidad, es afecto filial, ¡o incluso podría ser una responsabilidad! Así que quiero que tú y Raúl lleguen hasta el final. Estas son palabras que digo sinceramente desde el fondo de mi corazón, no son solo palabras vacías para satisfacerte.

Añadí con firmeza: —Y te aseguro que incluso diría estas palabras frente a Valeria.

Ivanna bajó la mirada gradualmente al escuchar mis palabras.

Suavicé mi tono. Sabía que en este momento ella estaba más vulnerable.

—Hablé de este tema con Patricio una vez. Él me dijo que no deberíamos preocuparnos por este tipo de cosas, porque todos, en este mundo, tienen un amor que les pertenece. Solo al dejar ir lo incorrect