- ¡Hola, Sabrina! - Saludó, sus ojos fijos en los míos.Revisar a Guilherme de alguna manera me conmovió un poco. Tal vez por la sorpresa de su presencia allí, sin previo aviso.Nada en él había cambiado. El mismo look marimacho, casual, ropa de marca, pelo más corto.Sus ojos se posaron en mi vientre hinchado. Sonreí, deseando internamente que él fuera feliz por mí y por Charles. Extrañaba a Guilherme y toda la buena energía que traía.- ¿No nos invita a “nuestra” casa? Kelly me preguntó, rompiendo completamente el momento.- Gui?Melody lo llamó, inmediatamente se levantó del sofá y corrió hacia él. Abrí la puerta y ella se arrojó a sus brazos, y él la tomó entre sus brazos.Los hermanos se abrazaron durante unos minutos sin decir nada. Entonces Melody lo miró y dijo:- Te extrañé mucho... Y pensé que no querrías volver a verme nunca más.- Claro que yo también te extrañé. Y siempre querré ver a mi hermana favorita. – bromeó.Ella se levantó de su regazo, tomando su mano.- Pasa...
Apreté la diminuta mano de Melody al instante. Sus ojitos se clavaron en los de su hermano, quien la tomó en sus brazos, cambiando por completo su expresión. La besó en la mejilla y miró a su madre, Kelly:- “Nosotros” no haremos nada – dijo con firmeza – Porque la mitad de la casa es “mía” y no “tuya”. Yo no quiero. De hecho, nunca quise nada... Porque el dinero no resolverá mi problema. ¿Cuándo entenderás esto?Kelly estaba incrédula, mirando a su hijo, sin responder. Continuó , mirando a Melody:- Esta hermosa casa es de Medy… – sonrió – Alice… Y Sabrina – me miró – Y no voy a hacer absolutamente nada contra ellos… Porque ellos son mi familia, tanto como tú y mi abuela.¡Dios! Respiré hondo, aliviado. Imaginé que un día Guilherme se liberaría de las garras de aquella mujer que lo asfixiaba con sus deseos insensatos. El chico siempre fue inteligente, dedicado y desinteresado. Me defendió cuando todos me juzgaron con el video... Me tomó de la mano, sacándome de la casi “lapidación en
William miró a Charles y no dijo nada. Luego me miró, luego se acercó a mí y me entregó las rosas:- Son... Para ti.- G-gracias por su amabilidad. - Mi voz salió débil.- Es lo mínimo que puedo darte... – miró a Melody ya Alice – Después de haber colocado estas dos gemas en el mundo.Le entregué las rosas a mi madre, que fue a buscar un jarrón.- ¿Puedo conseguir un poco? – le preguntó a Melody.Ella asintió y él tomó al bebé con fuerza de sus brazos.Me di cuenta de lo mucho que Guilherme se conmovió en ese momento y me gustaría mucho saber qué pasó por su cabeza al ver a su hermana y parte de su familia allí reunida.Nuestras miradas se encontraron y él dijo torpemente:- Ella se parece a ti.- Espero que esto sea bueno. - Bromeé.- Yo tengo los ojos de papá… Tú no tienes los ojos de papá – Melody miró a su hermano y luego a Charles – ¿Crees que tendrá los ojos de papá?- Creo que tendrá los ojos de su mamá. - Sonrió, mientras Alice dormía plácidamente en su regazo.- Se parece muc
- Quiero volver al trabajo.Él rió. Fruncí el ceño, confundida por su actitud.- ¿Te estás burlando de mí? Yo soy capaz.Se rió un poco más antes de decir:- Yo... Casi me muero pensando que dirías que estabas harto de nuestra vida familiar.- No estoy harto de nuestra vida familiar. No creo que eso suceda nunca.- ¿Recuerdas que una vez hablaste de enseñar en la universidad?- Sí... - Sonreí, feliz de que lo recordara.- Eso es lo que tienes que hacer, mi amor. Avanza con tus planes. No podemos detenerlos por los niños.- ¿Crees que podemos con todo? Cuidando a Medy, Alice... Yo volviendo a la escuela, la casa... Mamá ya no estará aquí. Y estamos arruinados. Ni siquiera sé cuándo vamos a poder vender ese edificio.- Encontraremos la manera, mi amor... - Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.Puse mis manos alrededor de su nuca, arqueando su cabeza hacia atrás:- Gracias. No pensé que me entenderías.- Yo entiendo. Y puedes hacer lo que quieras, Sabrina. Porque eres una mujer in
Charles abrió las piernas y se arrodilló, con mi cuerpo debajo del suyo.- Aún estamos muy cerca de nuestra casa – me miró, la luz de la luna iluminaba sus pupilas claras , resaltando su rostro perfecto – Pero no aguanto esperar un minuto más para follarte, mi amor… – Dijo tomando mi mano y haciéndome sentir su erección debajo de sus jeans.- Vuelve a decir "joder" y vengo aquí y ahora. – confesé.- No... No puedes correrte antes de que esté dentro de ti, pequeña. - Dijo mientras me levantaba la camisa, dejando a la vista el sostén.Charles rodeó la media taza de lencería con su dedo índice, tomándose su tiempo, haciendo que mi piel se erizara. Puse mis brazos sobre mi cabeza, sintiendo la fina arena debajo de ellos. Mi cabello estaba empapado en los pequeños granos y no me importaba. Solo quería tener sexo con mi “el cantante”. Porque estaba feliz... Muy feliz.Bajó la cabeza, tocando mi vientre con sus cálidos labios, descendiendo lentamente hasta mi ombligo, donde sentí su lengua.
La catedral de North Noriah estaba perfectamente decorada con flores blancas para la boda de Do-Yoon y Lianna. La novia, hija de una familia católica tradicional, no podía librarse del matrimonio religioso.Melody lucía perfecta con su vestido blanco, su cabello bellamente suelto y decorado con una corona de flores naturales. De vez en cuando tenía que llamarle la atención porque seguía dando vueltas, para ver el efecto de la falda del vestido, mareándome después y caminando para tener la sensación de casi caerme.Cuando hacía cosas “infantiles”, hasta me sorprendía, porque siempre fue muy madura.Alice se removió en mi regazo, todavía dormida. Fue perfecto también.- Está agitada. - Charles habló en mi oído, mirando a Melody.- He hablado con ella varias veces. Si se cae, ensuciará el vestido.Él se rió:- A veces me parece que quiere caer.- Chica traviesa.- Ella es diferente - observó Charles - Desde el nacimiento de Alice.- Si está. Creo que Melody se sintió responsable por mí c
Podría decir que no. Pero mi hermana no tenía la culpa de nada... Tampoco Sabrina y los demás. Después de todo, ¿Charles era culpable de algo? Estaba confundida y cuando me di cuenta, tomé al bebé de sus brazos.La miré y no pude evitar una sonrisa tonta que salió de la nada. Ella era hermosa. Dormí como un ángel. Y me trajo una sensación de calma y amor que no recordaba haber sentido en años.- ¡Huélela, Gui! Ella huele como un bebé. Melody tiró de mi abrigo mientras hablaba.Como un idiota, hice lo que me dijo mi hermana. Olí a nuestra hermanita y olí al bebé, mezclado con el de Sabrina, dejándome confundida.La aparté un poco y noté todos los ojos en mi dirección. Se lo entregué a Sabrina, quien lo sostuvo con ternura contra su pecho.- ¡Qué bueno verte, Gui! - Dijo con su voz dulce y suave.- Gracias.- ¿Quieres sentarte con nosotros? - Ha invitado.- No... yo... voy a buscar algo de beber... - dije, alejándome de inmediato, sin ninguna razón real para hacerlo.Respiré hondo y me
- ¡Raquel! Raquel! - La llamé, desesperada, pero aún estaba inconsciente.- ¿Está respirando?Miré hacia arriba y vi a Charles. La colocó en el suelo y trató de sentir su respiración.- ¡Dios mio! ¿Que hice? – Caminé de un lado a otro, desesperada, sintiendo que mi corazón latía aceleradamente y mi cuerpo temblaba de una manera repentina que no podía controlar.- La respiración es débil... Muy débil.Pasé una mano por mi cabello, como si eso pudiera calmarme de alguna manera.Charles se levantó y vi la sangre en sus manos.- Tenemos que llamar a una ambulancia. - Habló, mientras caminaba, alejándose de allí.- No puedes llamar a nadie... Me arrestarán.- ¿Vas a dejar morir a la niña aquí? - Se detuvo, unos pasos más adelante, preguntándome seriamente.- Yo yo...Lo siguió, alejándose más y más.- ¡Cobarde! Eso es lo que eres... Un cobarde. Vas a huir de mí la única vez que realmente te necesité. grité, furiosa.Charles se dirigió al final de la piscina, caminando junto a los enormes c