Capítulo 28
Cuando Cira despertó, el cielo ya estaba despejado. Tenía una fuerte resaca que la llevó a gemir de dolor. En ese momento, escuchó una voz fría y distante a su lado:

—El agua está en la mesita de noche a tu izquierda.

¿Esa voz... era la de Morgan?

Cira abrió los ojos de inmediato y vio a Morgan sentado en una silla junto a la cama, con las piernas cruzadas, observándola.

—Señor Vega, ¿por qué está aquí? —preguntó Cira.

Luego se dio cuenta de que estaba en un hospital, con una vía intravenosa en la mano. Desconcertada, preguntó:

—¿Qué me ha pasado?

Morgan respondió tranquilo:

—¿No recuerdas nada de anoche?

—Recuerdo que bebí demasiado y que estaba borracha.

Era verdad que su cabeza le dolía y su estómago se sentía revuelto. Se sentía incómoda, pero pensó que estaría bien después de dormir en casa. ¿Por qué había acabado en el hospital?

Se sentía inquieta y preguntó:

—¿Qué más me pasó?

Morgan dijo con una expresión implícita:

—Has tenido un aborto.

Cira se quedó estupefacto y luego sint
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