La enfermera limpió la herida de Keyla con desinfectante, lo cual le produjo una picazón y provocó que soltara un suave grito. Al escucharlo, Morgan se acercó rápidamente y le preguntó preocupado:—¿Cómo estás?—No te preocupes, solo es una herida leve —respondió Keyla mientras se preocupó —. Morgan, ¿cómo está tu hombro? Deja que el médico te revise lo antes posible.El hombro de Morgan había sido golpeado por un pedazo roto mientras la protegía. Pero, Morgan no prestó mucha atención en su herida, solo respondió:—No hace falta.Sin embargo, al ver la palma herida de Keyla, le dio algunas instrucciones con preocupación:—Antes de que la herida se cure, no la mojes. Si se infecta, podría empeorar la situación. Ordenaré que alguien te cuide más tarde.—Puedo cuidar de mí misma, Morgan. No necesitas tratarme como a una niña —respondió Keyla.Cira solo los observaba fríamente. Los sentimientos de cansancio y decepción en estos tiempos se habían acumulado como un mar de frustración, las ol
Sorprendentemente, Cira respndió:—Solo necesito diez minutos.Keyla quedó atónita, mientras que Morgan frunció el ceño.Soportando el dolor en la pierna herida, Cira se apoyó en el borde de la cama y se dirigió al director de la fábrica y preguntó:—Señor, necesito hablar contigo a solos.El director respondió rápidamente:—Dime.Cira susurró:—Por favor, llama al blogger que estaba tomando fotos en la fábrica. Lo vi ayudando a llevar a los heridos al hospital, así que probablemente todavía esté en la sala de emergencias.El director se sorprendió un poco y también respondió en voz baja:—Está bien, iré a buscarlo de inmediato.Nadie más escuchó su conversación, mientras Morgan miraba a Cira fríamente. Keyla se quedó un poco inquieta, porque no sabía si Cira realmente tenía pruebas.Poco después, el director regresó con una bolsa negra, despertando la curiosidad de todos. Le dijo a Cira:—Ese chico escuchó que te buscaba y me pidió que te entregara esto. No pudo venir personalmente.
Hasta ese momento, Cira miró fijamente a Morgan y dijo:—Esta bofetada es el resultado de nuestra apuesta. Todos los presentes, incluyéndote a ti, señor Vega, son testigos de este acuerdo. Solo estoy cumpliendo con lo que acordamos, ¿me equivoqué en algo?La chica parecía un pequeño erizo con una actitud defensiva, adoptando una postura muy diferente a su comportamiento habitual. Solía ser una chica seria, discreta e incluso humilde... Sin embargo, ahora le resultaba completamente desconocida.—Ella me difamó e incluso me incriminó. Tal vez fue ella quien tiró el cable, ¡pero ahora me echa la culpa a mí! Si no fuera por la evidencia, con sus palabras y tu protección parcial, hoy me habría convertido en una pecadora sin razón. ¿Por qué tengo que soportarlo todo? Si he sido víctima de una injusticia, ¿por qué no puedo reclamar justicia para mí misma? — respondió Cira lentamente y claramente, mientras miraba fijamente a los ojos de Morgan.—Además, si el cliente resulta gravemente herido
—¡Vaya...! ¡Que se jodan para siempre esos estúpidos idiotas y su relación con esos perros!Ese mismo día, Cira llevó todas sus cosas de la oficina a su casa. Con los ruidos causados, Clara se enteró de su renuncia. Bajo su insistencia, Cira finalmente le contó todos los detalles de lo ocurrido.Clara estaba tan enfadada que no pudo contener el impulso de insultar a la despreciable pareja de Morgan y Keyla. Para calmarse un poco, fue a tomar una botella de cerveza fría de la nevera y se la bebió de un solo trago.Volvió la cabeza y preguntó a Cira:—¿Y renunciaste directamente?Cira estaba aplicando el medicamento a su pierna herida y respondió tranquilamente:—¿No has estado deseando que me aleje de Morgan desde hace mucho tiempo? Ahora que renuncié, ¿te parece que fue una decisión demasiado impulsiva?—¡Por supuesto que no! ¡Estoy tan feliz de que hayas dejado ese camino! Pero siento que esos dos desgraciados se han salido con la suya fácil —insultó Clara mientras preguntaba con cier
La noticia se difundió rápidamente y la renuncia de Cira ya no era un secreto en la industria. Durante el fin de semana, Morgan y algunos amigos fueron a un prado a montar a caballo para relajarse. Durante ese tiempo, hablaban de este tema.Rodrigo Valbuena preguntó inocentemente:—¿Es cierto que Morgan aceptó la solicitud de renuncia de Cira?—Definitivamente es cierto. Mi gerente de recursos humanos habló con ella, pero no estoy seguro si fue por razones de planificación profesional o porque conozco a Morgan. En cualquier caso, ella rechazó mi oferta -respondió Enrique Torres, mientras miraba a Morgan con cierta reprobación, como si estuviera quejándose de que le había impedido contratar a una persona hábil.Morgan, vestido con un elegante traje de equitación negro, estaba montando un caballo blanco. Era atractivo y distante, pero más casual en comparación con los momentos en que vestía trajes.Sus amigos estaban hablando de Cira, pero él mostraba una expresión como si ella fuera un
Morgan respondió con indiferencia:—No solo te parece lamentable, sino que también sientes que la he decepcionado, ¿verdad? Creías que vamos a casarnos en el futuro, ¿verdad?Además de sus padres, Ramón también le preguntó cuándo iba a casarse con Cira.Ramón dijo con insinuación:—Cira es una mujer excepcional en todos los aspectos. Si la dejas ir, los pretendientes definitivamente no podrán resistir la tentación. Me preocupa que te arrepientas en el futuro mientras otros ya la hayan disfrutado.Morgan respondió fríamente:—No lo hará.—¿Significas que no se irá con alguien más? ¿Por qué tienes tanta confianza?Morgan la miró y respondió apáticamente:—Si te interesa, también puedes intentarlo.—Eres un auténtico desgraciado —maldijo Ramón. Pero, era verdad que Cira había sido tan obediente ante Morgan en todos los aspectos. En los tres años pasados, en sus ojos y en su corazón, solo existía Morgan. Incluso cuando no estaban trabajando, ella siempre estaba a su lado, sin tener ningún
Cira intentó a aliviar un poco el ambiente y respondió:—¿El señor Gómez también viene aquí para cenar? La sopa de champiñones de este restaurante está riquísima, puede probarla. En cuanto a lo que me dijiste el otro día, todavía lo estoy considerando. Te contactaré cuando haya tomado una decisión.Álvaro todavía tenía respeto a Cira, pro lo que solo echó un vistazo a Rodrigo y luego respondió:—De acuerdo, definitivamente la probaré. Estaré esperando tu respuesta.Dicho esto, se dirigió a otra mesa con su compañera.Cira miró a Rodrigo, que rápidamente dijo:—Cira, pero, tienes que considerar mi invitación. Estoy también sincero.—¿Sincero? —preguntó Cira confundida.—¡Sincero en querer contratarte como mi secretaria! No sé mucho y no puedo manejar bien los asuntos de la empresa de mi padre. Te necesito más que a nadie —explicó Rodrigo sinceramente y añadió —. No te preocupes, soy el tipo de jefe que solo gasta dinero y no presiona a nadie. No tienes que preocuparte de que yo te diera
Si ella respondía a la pregunta, caería en el ciclo interminable de preguntas y respuestas. Además, no era necesario responderla. Por lo tanto, Cira cambió de tema:—Ya que Ramón está aquí, los problemas se resolverán pronto. Así que me voy primero —dijo Cira con una actitud fría, como si fueran desconocidos.Morgan la miró fríamente mientras ella daba dos pasos hacia adelante. Finalmente habló:—Ha pasado una semana desde el incidente, ¿aún no te has calmado?Cira se detuvo por un momento, entendió que él pensaba que ella solo estaba desahogando sus emociones en el hospital. Y ahora debería haberse calmado.De hecho, al reflexionar sobre su decisión, también sintió que su reacción había sido demasiado intensa en ese momento. Había dejado salir todas las quejas acumuladas con él de una sola vez. Tal vez él pensaba que ella era solo una payasa que había perdido la razón.Cira no tenía nada más que decir. Ella ya había renunciado y no tenía ninguna relación con Morgan. Por lo tanto, ya n