Me observó atentamente.Le devolví la mirada.Se levantó y rodeó el escritorio. Se apoyó en él despreocupadamente, un movimiento asertivo que me hizo preguntarme si ahora era cuando iba a enfrentarse a mí sobre mis verdaderas intenciones."¿Eres infeliz?", preguntó. Su voz bajó hasta convertirse en
El resto del día había transcurrido sin incidentes en el trabajo y conseguí agarrarle el tranquillo bastante rápido. Apenas volví a ver a Hale ni a Declan, ya que tuvieron reuniones fuera durante todo el día, pero me dio tiempo a repasarlo todo con calma y sin presiones.Al llegar a casa, el nombre
La seguí a través del club para reunirme con Sophie en el bar.La música atronaba, casi teníamos que gritar para oírnos por encima de la música. Pero era buena música, y era fácil entender por qué a la gente le gustaba este sitio. El ambiente era estupendo. Anoche estaba demasiado concentrado en el
Aún controlaba perfectamente mis sentidos, pero también había encontrado un poco de coraje líquido en algún lugar de mis entrañas.La multitud empezó a separarse en la pista de baile, aunque tardé un momento en darme cuenta. Entonces mi pareja de baile dejó de bailar, retiró sus manos de mí y se que
*Amara*Hale me llevó hasta el ascensor. Pero, para ser sincera, no tuve ningún problema. El hecho de que me sujetara la muñeca de una forma tan mandona me convenció. Cuando me di cuenta de que sólo estábamos Hale y yo en el ascensor, la puerta había empezado a cerrarse. Algo de estar de nuevo en a
Volví a beber el vaso y me tragué el whisky de dos tragos. Apenas noté el ardor; debía de ser algo caro.Hale me observó con una ceja levantada. La comisura de su boca se levantó en esa media sonrisa que empezaba a volverme completamente loco. ¿A qué venía eso? ¿A qué venía ese silencio? ¿Me había h
Lo único que recibí como respuesta fue un zumbido bajo y un apretón más fuerte en mis caderas.Me tomé un segundo para estudiar su rostro. La mirada hambrienta de sus ojos hizo que se me humedecieran las piernas. Apreté las caderas contra las suyas, sorprendida por la longitud de su dureza. Sus cej
Me palpitaba la cabeza y la boca me sabía asquerosa. Era ese sabor seco y resacoso que me daba náuseas. Me negué a abrir los ojos todavía, con la esperanza de que tal vez, si conseguía volver a dormirme, podría conciliar el sueño y alejar mis miserables sentimientos.Me puse de lado y busqué una alm