Alfa Jonás

Son las tres de la tarde cuando finalmente salgo de la casa de la manada. Miro para encontrar diez llamadas perdidas del imbécil que me puso en esta posición. Yendo a la línea de árboles detrás de la casa, rápidamente me desnudo detrás de un árbol, metiendo mi ropa en la bolsa que traigo cada vez que vengo aquí. Mis huesos se rompen y vuelven a formarse cuando cambio a Thor, un enorme lobo blanco con una pata negra y parches sobre el ojo izquierdo y la oreja derecha. Los ojos de Thor son de un azul tan claro que son prácticamente plateados. Después de estirar y sacudir su pelaje, recoge nuestra bolsa antes de correr por el bosque hacia nuestro territorio.

Asiento con la cabeza a los guerreros en el camino mientras me ven pasar. Se han acostumbrado a mis idas y venidas por esta tierra, confiando en mi larga amistad con Alfa Bernal que no les causaría ningún daño a ellos ni a sus familias. Es difícil mirarlos, sabiendo lo que está por venir. Diciéndome a mí mismo que harían s