Terminamos de desayunar y entre los tres limpiamos la cocina.
—Bueno yo las dejo tengo que hacer algunas cosas de trabajo en la computadora, con permiso.
Kiliam se va y mi abuela se sienta frente a mi emocionada.
—Hija este joven si me gusta para ti, creo que él en vez de sacudirte te dará una buena zarandeada.
—Nani!! te puede escuchar.
—Nada que ver con el otro joven hija por favor no hay comparación, además él es más joven ¿cuantos años tendrá?
—No lo sé.
—Parece de unos 30.
—¿Nani te vas a quedar unos días?
—No hija no puedo sólo quise venir a saludarte pero me regreso en un rato.
—Nani no me gusta la idea de que manejes tú sola hasta Minnesota.
—No vine manejando hija, el hijo de mi amiga Yola vino a recoger unos papeles y Yola me invitó, de hecho pasarán por mi en un rato.
Yo la abrazo.
—Espero que pronto puedas venir a quedarte.
—Si hija lo haré, pero por ahora no porque estás muy bien acompañ
Nos preparamos para ir al baile, él va con uno de sus trajes y yo me pongo un vestido blanco sencillo, pero no se ve nada mal, me maquillo resaltando mis ojos y me dejo mi cabello suelto.—Vaya maestra está usted muy guapa.—Gracias senador, usted también está guapísimo.Me da un beso en los labios y estamos por subirnos al coche cuando suena el teléfono de Kiliam.Pone el altavoz mientras conduce.—¿Kiliam ya deberías de estar aquí?—¿Para qué papá? Te dije que no pienso casarme.El papá de Kiliam suena muy enojado.—No juegues conmigo Kiliam, si no te casas con Tamara no vas a tener posibilidades de llegar a la gobernatura.—Te dije que no quiero ser gobernador.—No puedo creer que desaproveches una oportunidad cómo está, me vas a dejar en ridículo si no vienes a tú fiesta de compromiso.—No debiste hacerlo sin preguntarme antes.—¿Y cómo querías que te preguntara si no se dónde estás?&nb
El día pasa tranquilo, me encanta mi trabajo y los niños alegran mis días de una manera inexplicable, es increíble como el cariño de una personas tan pequeñas pueden llenar el corazón de una manera tan especial.Al llegar a la granja el coche de Kiliam no está, entro a la casa y me encuentro con un camino de velas, lo sigo hasta mi habitación y cuando abro me sorprendo, hay pétalos de rosas por toda mi habitación.Hay una pequeña mesa con una botella de vino y dos copas, sonrío al ver un frasco de mermelada también.Entro al baño con prisa y me doy una ducha, dejo mi cabello suelto y me pongo solo una bata de seda negra, escucho que se abre la puerta y cuando salgo Kiliam trae un bote de nieve de chocolate, mi favorita.—Vaya quise sorprenderte y resulto todo lo contrario.Se acerca a mi y me besa.—Fui a comprar tú helado favorito, no era justo que yo tuviera mi postre y tú no.Empiezo a quitarle la ropa rápidamente y él me sonríe.
Dina por fin se fue después de mucho insistirle en que se tomará mañana el día para descansar, me voy a mi habitación y fantasma se acomoda a mi lado, mientras lo acaricio me quedo dormida.—Vaya muchacha por fin te diste un baño, mira que yo no sabía cómo decirte que lo hicieras.Yo le sonrío.—No eres muy bueno para el sarcasmo.El suelta una enorme carcajada que me hace recordar a Kiliam.—Me vas a decir ¿qué pasó con el cuerpo de Sonia?—Gasper llamo a uno de sus hombres de confianza, la subieron a la camioneta y yo los seguí, llegaron al rancho y empezaron a cavar, echaron el cuerpo de
Me encanta mi trabajo pero hoy el día se me hace eterno, cuando por fin termino con mi clase mis alumnos se despiden, me pongo a recoger mis cosas cuando llega Aitor.—Hola Eliza, vengo a invitarte a comer, Frida tiene ganas de ir al restaurante de Sassy.—Aitor lo siento tengo que ir a la ciudad con mi abuela.—¿Quieres que las acompañemos?—Lo siento pero tenemos prisa, en otra ocasión será.Salgo con prisa de la escuela y al llegar a la granja mi abuela me está esperando con las maletas listas.—Listo Eli, prepare una maleta para ti y otra para mi.—Pero tengo hambre.—Comeremos en el camino no hay que perder el tiempo que llegaremos muy noche a Wisconsin.—Esta bien ¿y las cartas?—Las traigo aquí en mi bolsa con mucho cuidado.Cerramos la puerta y nos vamos.—¿Ab
—Eli gracias por todo de verdad.—No te preocupes.—¿Me aceptarías una invitación a comer?—No creo que sea una buena idea.—Vamos es solo una comida, te prometo que te llevaré a tú hotel en cuanto terminemos.—Esta bien.El sonríe y empieza a conducir, llegamos a un restaurante italiano muy elegante, lo reciben muy amables y de inmediato nos dan una mesa.—¿Quieres vino?—Si.Nos traen la carta y yo pido una pasta Alfredo y él unos raviolis.—¿Me vas a contar como te ha ido?—Bueno no hay mucho que contar sigo trabajando, Nani tiene algunas semanas en la granja conmigo bueno en realidad pasa más tiempo en casa de Dina ayudando con la pequeña Eliza.El me sonríe.—Me alegro así no te sientes sola ¿y fantasma?—Pue
Esta la prometida de Kiliam en la puerta, me ve y sonríe.—No puedo creer que Kiliam renunciará a todo por una mujer como tú y mucho menos por volver a este horrible pueblo.—¿Qué quieres?—Decirte cuanto puedes perjudicar a Kiliam si le haces caso, aunque renunció a su puesto de senador aún tiene posibilidades de hacer una gran carrera en la política, tú no encajas en su vida social, estoy segura que ni siquiera tienes clase.—¿Ya terminaste?—Piénsalo, como vas a encerrar en este pueblo a un hombre de mundo como Kiliam.Estoy empezando a desesperarme cuando aparece Dina y al ver a Tamara la reconoce.—Aquí te traigo a tú hija Eliza, y dile a Kiliam que se haga responsable no puedo creer que nadie sepa que tienen una hija juntos.Tamara abre la boca de la sorpresa, yo agarro a la pequeña E
Kiliam…Hace unos meses que regresé a buscar a Eli, no puedo expresar lo que sentí al imaginar que se estaba casando con Aitor, creí que la perdería, ni siquiera me importó hacer el ridículo interrumpiendo el bautizo. Aunque hubiera querido hacerlo antes, dejar mi negocios en orden y la muerte de mi abuela, me lo impidieron. —Buenos días —me saluda Nani bajando las escaleras. —Buenos días —la saludo y me pongo de pie para servirle una taza de café. —¿Estás bien? —me pregunta cuando vuelvo a sentarme —. Te noto pensativo. —Sí, estoy bien, solo estaba recordando el día que regresé a querer impedir la boda —respondo y me sonríe. —Un día inolvidable, por poco y no tenemos bautizo —comenta divertida—. Hiciste una gran declaración. —Tenía demasiado miedo de perder a Eli y al verla con Aitor, tomada de la mano, pensé lo peor. —Así es el amor, bonito, pero siempre crea inseguridades —dice pensativa—. Siempre supe que Aitor no era para Eli.—¿Por qué no toma café negro? —le pregunto son
—Dime lo que sea —le pido preocupado. —Esta mañana, que escuché lo que hablaste con mi abuela, no quise decírtelo, pero Tamara vino al día siguiente del evento de tu abuelo. —Lo sé —respondo y la atraigo hacía a mí—. Ella piensa que la pequeña Eliza es nuestra hija.Suelta el aire que al parecer estaba reteniendo. —Lo siento, fue una broma de Dina y yo no lo negué. —Como se lo dije a Nani esta mañana, acepté esa boda para evitar que lo de mi abuelo saliera a la luz, y no es porque me avergüence, para mí siempre fue inocente, pero mi padre ya había sufrido demasiado por eso y si de alguna manera yo podía ayudarlo, me sacrificaría, además, sentía que tú nunca me darías una oportunidad, estabas demasiado insegura con lo nuestro. —¿Y te ibas a dar por vencido tan fácilmente? —cuestiona. —Para ser sincero, pensé que Aitor era lo mejor para ti, los problemas con mi padre iban a continuar y no quería que te vieras afectada. Suspira. —¿Tamara y tú…? —No pasó nada entre nosotros —la i