Pov: Elizabeth

Limpio el vidrio empañado y observo mi reflejo.

Suspiro porque solo estuve unos pocos minutos con él a solas y no podía dejar de pensar tantas cosas, no podía evitar desear besarlo, tenerlo cerca.

Esto será difícil, porque cada que lo veo es como si una llama creciera dentro de mi con muchas ansias, ansias de sentir lo que sé el me hace experimentar.

Me coloco un jersey junto con una camiseta para salir presentable.

Abro la puerta y lo veo de espaldas poniéndose otra remera ya sin su uniforme.

Se gira y noto que se pone nervioso como si quisiera hablar de seguro para disculparse.

— Ya está el baño libre, voy a estar en la habitación por cualquier cosa — me meto en la habitación apoyándome en la puerta.

Nada de esto está bien, nada.

¿Cómo miërda voy a vivir acá?

Todo mi súper espíritu maduro, se va al diablo cuando lo tengo cerca.

Vivir acá y con él, no es para nada una buena idea.

Pero yo soy fuerte, ya resistí y estaba ebria, muy ebria, sobria es pan comido, además sol