Benjamin

Corriendo por el bosque, logré liberar todo el odio que sentía por mi padre en ese momento. Aunque sabía que él quería lo mejor para mí, seguía tratándome como un cachorro, sin darme ninguna oportunidad de elección.

Corrí dejando todo atrás, incluyendo a ella. Ravenna nublaba todo mi ser, me mantenía atado a sus pies y, de alguna manera, me mantenía alerta a todo lo que podría sucederle.

Aunque no quisiera, mi lobo siempre me llevaba cerca de ella, siempre me arrastraba hacia su olor, hacia su sabor.

El deseo que sentía era inexplicable.

Corrí lo más lejos que pude. Sabía exactamente dónde el alfa me buscaría y la pelea sería aún peor, terminando con él corrigiendo a mi lobo.

Me detuve cuando ya no sentí el poder de mi padre sobre mis espaldas. Cuanto más corría, más él aceleraba, pero Jordan era un lobo viejo y yo estaba en pleno vigor.

"Diosa, escucha mi ruego: ¿Cuál es el camino que debo seguir? ¿Quién es mi compañera? ¿Ravenna o Sarah?" Pregunté mirando a la Luna, que ya