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Después de aquella discusión subida de tono con su esposa, Massimo terminó con dolor de cabeza y manos temblorosas, al paso de los años, la ansiedad que este había desarrollado después de la muerte de su hermano, cada día se hacía más evidente. Mientras Diana estuvo en su vida, había controlado muy bien este mal que le aquejaba, pero de eso ya habían transcurrido 5 años y su salud, poco a poco iba en picada. El hecho de que Barzinni decidiera regresar a Italia, le sorprendió, pero le quito un peso de encima, si este hombre quería, Massimo podría entregarle la presidencia, eso era algo que secretamente deseaba, ya habían sido muchos años de estar cargando a cuestas tanta responsabilidad, que al final ni era suya, finalmente el dueño legitimo era Barzinni, de lo que algun día fue un negocio prospero dentro de la familia Pellegrini, no quedaba más que el recuerdo y el nombre. - Giuseppe, ¡Contáctame con el personal de la Clínica de Análisis de Consanguineidad! – Dijo Massimo mientras
Resultados inesperadosLuego de conversar por un momento con el director de la clínica, Massimo salió del consultorio, sintió unas enormes ganas de fumar, fue a la zona de fumadores mientras esperaba los resultados, este hombre estaba sentado en una banca, veía como la gente iba y venía, por un momento se preguntaba ¿Cómo era vivir la vida como cualquier persona? El desde muy joven había sido criado con una sola idea, todo el poder de una gran compañía sería suyo, jamás tuvo oportunidad de saber lo que era decidir tomar un año sabático, eso sí que le envidiaba a su hermano, él siempre tuvo la oportunidad de vivir una vida diferente.- Massimo ¿Qué harías con tanta libertad? ¿A dónde irías?Luego de un rato fumando, Massimo fue sacado de su ensueño por una enfermera.- Señor Pellegrini, los resultados de sus estudios están listos, me comenta el Dr. Dante Riva que ya puede pasar a verlos.- ¡Bien! Voy en un momento. - Dijo Massimo apagando el cigarro en el basurero.Massimo sentía como s
Marco y Valeria iban en el auto, luego de los eventos suscitados durante la tarde, Valeria había querido ir a dar una vuela, no quería llegar a casa molesta, antes debía tranquilizarse, por lo que su esposo la llevo a un mirador y ahí estuvieron hasta llegada la noche. Ese día Valeria hizo lo que nunca imagino hacer, ese día sintió unas incontrolables ganas de hacer suyo a su marido ahí en ese lugar, era cierto que se estaba dejando llevar por los celos que sentía, no podía imaginar que otras mujeres vieran a su esposo con ojos de deseo.A su edad, aun le daba un poco de pena, no sabia como expresar que quería intimar con su esposo en ese lugar, pero un inocente beso llevo a aquella mujer a tocar partes del cuerpo de su esposo que le hicieron comprender lo que ella quería hacer. Marco ni lento ni perezoso, comenzó a despojarla de sus ropas y luego hizo lo propio, él no era tonto, sabia de donde venia esa actitud, pero no le molesto en lo absoluto, afortunadamente en el lugar al que fue
Una semana después de que Luciano regresara a Londres, este ya había organizado sus pendientes en aquel lugar, pidió permiso en la universidad para no asistir una temporada a clases, sus negocios los podía manejar desde donde fuera, así que ya tenía todo listo para regresar a Lazio, de alguna manera Luciano no podía estar tan tranquilo sabiendo que Barzinni estaba en la compañía.- Padre, más vale que no me causes problemas, es hora de tomar lo que es mío y de mis hermanos, ¡Te tragarás tus palabras! - Dijo Luciano en voz alta.Luciano tomó una maleta y salió camino al aeropuerto, hace tan solo una semana su plan era volver a Italia solo por su hermosa hermana, pero hoy se veía obligado a regresar por miedo a lo que sucediera con sus hermanos tras la presencia de Barzinni.Marco y Luciano se habían conocido en Nueva York, hace tan solo un año atrás, pero con lo que vio y lo que hizo por él, estaba claro que con aquel hombre no se jugaba. Luciano consideraba un idiota a Massimo, ¿Qué ra
Massimo regreso a casa, no tenía ánimos de nada entro, todos los sirvientes ya estaban dormidos, fue directo a su habitación, cuando caminaba por el pasillo vio la luz encendida de la habitación que pertenecía a su esposa, él estaba seguro de que, si se topaba con ella, era capaz de ahorcarla en ese preciso momento, tomo aire y lo dejo salir en un enorme suspiro.Antes de llegar a su habitación, entro a la habitación de sus hijos menores, eran pequeños y preferían compartir para no sentirse solos, tomo asiento en la orilla de la cama de Paolo y vio la foto que estaba en la mesita de noche, eran todos ellos, 4 años antes, Maurizio era un bebe, todos sonreían, incluso Alessia estaba cargando al pequeño Maurizio “Eran una familia” pensó.Sea como sea, Massimo siempre había querido darles una familia a sus hijos, ahora que sabía la verdad, le partía el corazón el nunca haber apreciado a su hermosa hija, le dolía pensar que Paolo no era su hijo, era un chico distraído en su mundo, pero, aun
Massimo se quedó dormido por largo rato a lado de su hija, luego de unas horas, despertó y salió con sumo cuidado de la habitación de su hija, su corazón se sintió un poco más tranquilo, así que, con esa misma tranquilidad, el decidió ir a su estudio y contactar a quien bien sabia no sería una tarea fácil. Para el dormir hasta tarde era común, pero era obvio que, para muchas personas con una vida normal, las horas en las que Massimo deambulaba por su casa, para ellos ya era hora de estar en la cama. Massimo busco en su móvil y encontró el número de Paloma, luego de verlo por unos minutos e idear las palabras correctas, decidió marcar, sonó por largo rato y este no fue contestado, volvió a marcar y nuevamente no entro la llamada, estaba por darse por vencido, al menos ese día, cuando le llego un mensaje de aquel contacto. - ¿Acaso no duerme señor Pellegrini? Normalmente a estas horas la gente común y corriente, duerme. El que la chica le hubiera contestado el mensaje significaba que
Luego de que Laura supiera que Massimo y ella no estarían solos, el semblante de la chica era serio, aun conservando la timidez en sus ojos, estaban molesta, pero no emitía ni una palabra, una lagrima se asomo por el rabillo de su ojo. Sin dudar un segundo, ella creía que después de tanto tiempo, su padre le presentaría a alguna amante con la que quería formalizar su relación, montones de ideas cruzaban por su cabeza, sentía que el aire dentro del auto no le alcanzaba, así que dijo:- ¡Padre para! Por favor, para…Massimo la vio y orillo su auto, ella rápidamente desabrocho el cinturón y abrió la puerta del auto, comenzó a tener arcadas y sacar nada del estómago, bilis tal vez, la chica sintió nauseas de pensar en que la estaba obligando a conocer a su amante, eso explicaba porque de momento comenzó a ser amable con ella, sabia que ninguno de sus hermanos caería en sus trucos, pero ella que nunca había recibido atención de su padre, caería rápidamente.- Laura… Permíteme, ¿Te sientes m
Luego de 10 minutos en auto, Massimo, Laura y Paloma llegaron al café que esta última mencionó, definitivamente Paloma era hija de quien era, el lugar le recordó a Massimo el café en el que, él fue con Guadalupe en su cumpleaños. Los 3 llegaron y se sentaron en unas mesitas que estaban en la terraza, era un lugar muy mono lleno de plantas, se respiraba un aura tranquila, Laura estaba impresionada, era un bello lugar a sus ojos, una mesera se acercó con las cartas, rápidamente Massimo pido café para él y dejo que las chicas escogieran, la mesera dentro de sí, pensó que “Las hijas de ese hombre eran bellísimas” su madre debía serlo también, “¡Como no lo seria si aquel hombre era tan apuesto a pesar de su edad?”.- ¿Puede traerme café americano para comenzar? – Dijo Massimo revisando aun la carta.- ¡Claro! Les doy un momento para que revisen lo que gustan desayunar. – dijo la mesera.Luego de un rato, la mesera regresó con café para el señor y tomo la orden de las chicas, Laura y Paloma